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Rutinas de belleza que rejuvenecen el rostro

A medida que vamos cumpliendo años, la piel va perdiendo firmeza por el
deterioro de las fibras tensoras. Por suerte, podemos retrasar y compensar los efectos negativos de la fuerza de la gravedad con ayuda de la cosmética

Estela Corona

Las arrugas o la pérdida de luminosidad restan atractivo, pero lo que realmente marca la diferencia entre verte bien frente al espejo o estupenda es esa relajación de la piel que va desdibujando el óvalo facial y haciendo que los pómulos pierdan su proyección natural.

El sol, enemigo de una piel joven y firme

Aunque es natural que con el paso del tiempo el colágeno y la elastina se deterioren, si la piel está dañada por el sol, las fibras tensoras se debilitarán no sólo más pronto, sino también más rápido. Utilizar un elevado filtro solar es clave.

Alta protección. Por mucho que tu hidratante de día incorpore un SPF15 o 30, lo más indicado es utilizar una crema solar con un SPF 50 o 50+, con mayores garantías de protección. Debes aplicar primero tu hidratante facial y, una vez se haya absorbido, extender el protector solar. Aplica dos dedos para toda la cara si es en formato crema y tres si se trata de un gel fluido.

Reconfigura el rostro y retensa la tez

Con el paso del tiempo, la piel se va quedando sin capacidad de sujeción. De los 40 años en adelante, esa pérdida de firmeza se produce a un ritmo de un 10% por década.

Más tersa. A partir de los 35-40 años o algo antes si fumas y sigues una dieta pobre en vegetales, utiliza una hidratante con una función reafirmante o lifting. Estos cosméticos de efecto tensor incorporan activos como el colágeno, el retinol, el bakuchiol, el resveratrol, etc.

La hidratación es la clave para presumir de una piel perfecta.

¡Arriba esos rasgos! A partir de los 45-50, se suma una nueva preocupación: la caída de las facciones. Llega el momento de usar una fórmula redensificante, que sea capaz de entretejer la estructura de la piel. Los volúmenes se vienen abajo y los cosméticos deben reforzar la malla de sujeción con activos como los péptidos o las proteínas de la soja. Estas hidratantes para piel madura aportan firmeza, rellenan y alisan.

Tratamientos intensivos de largo alcance

La relajación de las facciones en zonas clave, como el párpado superior y las mejillas, acaba entristeciendo la mirada y marcando el surco nasogeniano, esas arrugas que se dibujan a ambos lados de la boca. El óvalo facial ya no se ve tan definido y puede aparecer el doble mentón.

Acción intensiva. Los sérums antiedad de efecto ultratensor y las ampollas para un efecto relleno 3D acuden al rescate. Los hay específicos para el cuidado de los ojos o el cuello, para redefinir la línea de la mandíbula, etc.

Tratamientos estéticos. Si buscas un tratamiento que abra y rejuvenezca tu mirada, nada mejor que las infiltraciones de bótox. Consiguen elevar la posición de la ceja y tensar el párpado superior. El aumento de pómulos con rellenos dérmicos de ácido hialurónico restablece el volumen de las mejillas, un claro signo de juventud, al tiempo que redefine el perfil de la mandíbula. Si la línea del contorno inferior empieza a diluirse, puedes recurrir a los hilos tensores. Este lifting sin cirugía corrige la flacidez moderada de la cara y la pérdida del óvalo facial asociada a la edad.

¡Ponte firme!

MEJORA LA DIETA. Que no falten en tu lista de la compra alimentos ricos en vitamina C –cítricos, kiwi, tomate, pimiento, fresas, etc.– y en silicio –cereales integrales, frutos secos y verduras de color verde–. Retrasan los efectos de la gravedad al estimular la producción de colágeno.

STOP DULCES. El exceso de azúcar provoca un fenómeno llamado glicación, que hace que la estructura del colágeno se altere y la piel se muestre menos elástica y turgente. Reduce la toma de dulces, bollería, etc. y tu piel rebosará juventud.

NI UN CIGARRILLO MÁS. Fumar durante 10 años seguidos acelera hasta en dos años y medio el envejecimiento cutáneo. Abandonar este mal hábito genera una mejoría inmediata: ganarás luminosidad y te verás la piel más fina y tersa.