Cuando se trata del cuidado de la piel, no hay una "talla única" que se aplique a todas las edades. No tenemos el mismo cutis a los 20 años que a los 45, por lo que adaptar nuestras rutinas al paso del tiempo es esencial para tener una piel radiante y poner solución a los problemas que aparecerán en cada nueva etapa de nuestras vidas., Darle la importancia que se merece a limpiar el rostro es una de las claves, pero no nos vale cualquier producto y técnica. A medida que envejecemos, nuestra piel cambia, así que apúntate los siguientes consejos para conseguir esa piel radiante con la que siempre has soñado, ¡desde el primer paso!