¿Utilizas el cepillo y el peine más adecuados? Resuelve tus dudas
Hay tantas herramientas de peinado como tipos de pelo. Elegir las que mejor se adaptan al tuyo no sólo mejora la salud y dispara el atractivo de tu cabello, ¡también te puede hacer ganar tiempo!
Pelo fino, más resistente y con cuerpo
Evitar los peines y cepillos de materiales sintéticos es básico, ya que generan electricidad estática y, por tanto, favorecen el encrespamiento, el punto débil del pelo fino.
Adaptación al poder. Por norma general, a las mujeres que tienen el cabello fino se les quiebra con facilidad y sufren de baja densidad capilar. Por eso, deben evitar las herramientas que tiren demasiado del pelo o se calienten en exceso. Harás bien en utilizar peines de madera y cepillos de cerdas finas y flexibles, los que mejor previenen la rotura.
Secado. El cepillo tipo paleta (rectangular) de estructura plana es el más adecuado para las melenas largas y lisas, ya que permite coger una mayor cantidad de pelo en una sola pasada sin dañarlo. Los redondos con cerdas de jabalí, suaves y delicadas, son ideales a la hora de dar volumen y crear ondas en cabellos finos y/o quebradizos.
Pelo grueso y abundante, máxima disciplina
Este tipo de cabello se beneficia del uso de peines de púas separadas y de cepillos con poca densidad de cerdas.
Púas mixtas. Emplea cepillos que mezclen cerdas de nilón, más largas y fuertes, con cerdas de jabalí. Es la mejor forma de conseguir un suave, pero eficaz desenredado.
Secado. Los cepillos redondos disciplinan los cabellos gruesos y permiten un moldeado exprés. Los que tienen el cuerpo del interior de titanio (se calienta más y más rápido) o de cerámica (protege frente al daño y la rotura) retienen el calor y aceleran el brushing.
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Pelo rizado bajo control
Utiliza peines de madera y de púas muy separadas –ni encrespan ni deshacen los rizos– y siempre con el pelo mojado o húmedo. En seco, no hay mejor herramienta de peinado que tus dedos.
En la ducha. Los peines de dientes anchos están pensados para distribuir los acondicionadores y las mascarillas a lo largo del pelo, un cuidado que el cabello rizado, seco por naturaleza, agradece.
¿Tu melena es espesa? Prueba los peines esqueleto, de estructura aireada. Sus cerdas son respetuosas con los bucles y ayudan, además, a mantener su definición.
Si se te enreda cada dos por tres
El cepillo plano de silicona es la mejor de todas las opciones porque, al sujetarse entre los dedos –¡no tiene mango!–, se controla mejor la fuerza del peinado.
Material flexible. Se desliza tan suavemente y se adapta tan bien a la palma de la mano y a cada rincón del cuero cabelludo que desenreda sin tirones ni roturas.
¿Tu pelo es graso o más bien seco?
En este apartado, el material de las cerdas es clave.
De origen natural. Las cerdas de jabalí, de pelo de cabra, etc., aparte de evitar el encrespamiento, distribuyen el sebo del cuero cabelludo a lo largo del pelo, dejándolo más suave y brillante. ¡Actúan como un acondicionador natural! Tenlo en cuenta si tienes el pelo seco o castigado.
Sintéticas. En caso de cabello graso va bien todo lo contrario, evitar que éste brille por el exceso de grasa. Los peines y cepillos de cerdas de madera porosa o los de cerdas sintéticas son una buena alternativa.
Estimula su crecimiento y frena la caída
Los cepillos que incorporan cerdas de madera de acabado redondeado crean un masaje capilar que activa la circulación, lo que se traduce en un mayor aporte de oxígeno y nutrientes a la raíz del cabello. ¿Resultado? Tu pelo recibirá una inyección de fuerza y vigor.
Consejo experto. Otra buena idea es cepillarte el cabello antes de lavártelo. Este simple gesto deshace enredos y hace que el lavado sea más respetuoso.
La versión más natural
¡Un pelo bien cepillado es sinónimo de un cabello sedoso y brillante! ¿Te gustaría cuidar tu melena de manera sostenible, pensando un poco más en el medio ambiente?
PEINES. Los de bambú, de fibra de trigo o de almidón de maíz son más ecofriendly que los de plástico. Elegirlos en uno de esos materiales es reducir tu huella de carbono. Y aún tienen otro dato a su favor: no encrespan el pelo.
CEPILLOS. Los hay de mango de madera o de corcho y, si te preocupa el bienestar animal, en vez de optar por las cerdas de jabalí o de pelo de cabra, decántate por los de fibra de tampico (un tipo de cactus), de fibra de trigo con cáscara de arroz o por las púas de madera de bosques gestionados de forma sostenible.