Este tipo de coloración se caracteriza por crear un contraste sutil pero visible entre los mechones delanteros, más claros, y el resto de la melena. El efecto es sorprendente porque el pelo que enmarca el rostro con mechas en tonos vainilla, caramelo, cobre, etc. cae sobre la cara, iluminando la piel y suavizando las facciones.Gana relieve. Y, aparte de estilizar y avivar la tez, este estudiado juego de luces y sombras aporta volumen y movimiento a la melena. ¿Resultado? No importa la edad que tengas, te verás más joven y atractiva.