Raquel Mosquera: así es su lujoso nuevo piso
Tras vender su chalet de Galapagar, Raquel Mosquera se ha mudado a un coqueto piso cercano a su lugar de trabajo. ¡Te lo contamos todo!
Raquel Mosquera está feliz después de mudarse.
No cabe duda de que 2022 está siendo un año lleno de grandes cambios para Raquel Mosquera. La viuda de Pedro Carrasco ponía en 2021 a la venta su impresionante chalet de Galapagar, una gran vivienda que se compró poco después de morir su marido, hace dos décadas.
Aunque le ha costado encontrar comprador, e incluso se vio obligada a bajar el precio, Raquel por fin consiguió deshacerse de la propiedad la pasada primavera, un dato que explicó brevemente en 'Viva la vida': "Me he quitado la pequeña hipoteca que me quedaba y estoy más tranquila. Ahora nos hemos metido en alquiler. No queríamos meternos en una casa deprisa y corriendo", dijo en el programa que presentaba Emma García, donde era una colaboradora habitual...
Este ha sido el primer verano que Raquel, su pareja Isi y sus hijos, Raquelita y Romeo, han pasado en su nueva vivienda, un coqueto piso situado en Las Rozas, muy cerquita en coche (apenas a siete minutos) de donde está ubicado su salón de belleza y moda. La familia ha pasado de habitar un unifamiliar a adaptarse a la vida en un piso ¡y así han disfrutado los meses estivales de la piscina comunitaria!
Raquel y su pareja, Isi, han disfrutado a tope de la piscina este caluroso verano.
¿Cómo es la nueva casa de Raquel Mosquera?
Aunque la peluquera está siendo muy celosa de su intimidad y, a diferencia de su anterior hogar, de la dirección de este no están de momento enterados los paparazzis, desde "Look" han dado con la situación exacta de la nueva casa de Raquel Mosquera, según explican, "en una de las mejores zonas de Las Rozas".
Tal y como recoge el citado medio, "el precio medio de las viviendas para comprar se sitúa en los 405.000 euros, mientras que el del alquiler en los 1.300, una cantidad muy similar a la que estaría pagando Mosquera por su nuevo hogar familiar". Además, añaden que se trataría de un piso de 150 metros cuadrados, en un edificio de apenas cuatro alturas y dos vecinos por planta, construido en 1982 sobre una parcela de casi 4.000.
El edificio está equipado con todas las comodidades: piscina comunitaria, jardín privado, trastero, garaje, portero físico... Sin duda, todo un cambio de vida con el que Mosquera se encuentra feliz.