Cristina e Iñaki: las claves de su misterioso y millonario divorcio
El exdeportista podría recibir una indemnización superior a los dos millones de euros
Aunque la infanta Cristina y su todavía esposo, Iñaki Urdangarín, llevan ya separados más de un año, todo apunta a que no firmarán su divorcio antes del 5 de junio, fecha en la que su hija, menor, Irene, cumpla 18 años.
Para aquel entonces, los exduques de Palma ya no tendrán hijos menores cuya custodia negociar y no sería obligatorio que el acuerdo se tramitara en el juzgado. En ese caso, podría firmarse ante notario, lo que, además, reforzaría la seguridad para evitar posibles filtraciones como las que dice manejar Juan Luis Galiacho actualmente.
El periodista explicó en el programa 'Fiesta' y reiteró en 'Cuatro al día' que “la cantidad que ahora mismo está encima de la mesa, la que ha pedido Iñaki Urdangarin y que parece que se le va a dar, es de 25.000 euros al mes –dijo el periodista–. Eso es lo que él ha solicitado para vivir (...) Aparte de esta pensión mensual, ha pedido o, por lo menos valora, una indemnización que todavía no está fijada, pero que sería superior a los dos millones de euros”.
Iñaki no tiene trabajo ni ningún tipo de ingresos
Los argumentos del exjugador para exigir semejante cantidad serían que asumió toda la culpa en el caso Nóos y que carece de ingresos, pues dejó su trabajo en el despacho de abogados Imaz&Asociados de Vitoria en el que conoció a su actual pareja, Ainhoa Armentia, en marzo del 2022. Luego realizó prácticas no remuneradas en el Barça de Balonmano como parte de un máster de coaching que comenzó en prisión con la idea de montar un negocio de asesoramiento deportivo, pero, desde entonces, no se le conocen otras ocupaciones.
Por su parte, Cristina que dejó la Fundación La Caixa en el 2020, trabaja en la Aga Khan Development Network, un grupo de fundaciones en la que dirige proyectos de cooperación en países en desarrollo, ganando unos 400.000 euros al año, es decir, algo más de 30.000 euros al mes, lo que hace sospechar que podría ser el Rey emérito quien sufrague la pensión que exige Iñaki.
Otra de las supuestas reclamaciones de Urdangarin para firmar el divorcio: que se pongan a su nombre varios inmuebles que compartía con la Infanta, como la casa de Bidart, la localidad francesa donde veranea su familia.
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