El espectacular cambio de la infanta Cristina: así era y así es ahora
Superado ya su divorcio de Iñaki Urdangarin, la hermana del rey Felipe VI vive volcada en su familia y trabajo y se ha hecho un favorecedor cambio de imagen con el que se la ve más joven y elegante
Doña Cristina ha pasado a un ‘look’ más elegante y sofisticado
La hermana del Rey, con ropa de lino y sandalias de plataforma.
Aunque ella ha asegurado a su entorno más cercano que no está abierta a un nuevo amor, viéndola desde fuera podría decirse que ha regresado al ‘mercado’ como soltera de oro de buen ver. Si no vuelve a emparejarse será porque ella no quiera, no porque en esta nueva etapa no pueda conquistar a quien se propusiera.
La infanta Cristina, muy elegante.
Lo primero en esta transformación ha sido darle un considerable giro a su imagen. De casada y madre de familia numerosa que optaba por la ropa cómoda, informal y discreta, doña Cristina ha pasado a un ‘look’ más elegante y sofisticado, en el que abundan los trajes pantalón de corte ejecutivo, las camisas blancas de seda, las prendas de colores básicos, las faldas ‘midi’ con vuelo e incluso algún atrevido estampado.
Una de las invitadas más elegantes al enlace de Almeida
La hija mediana de los reyes eméritos, con su hijo mayor en la boda de Almeida.
Pero donde llamó poderosamente la atención su ‘look’ fue en otro enlace: el del alcalde madrileño, José Luis Martínez Almeida, y Teresa Urquijo. Su elección de un dos piezas color chocolate con tachuelas de Lorenzo Caprile, ‘clutch’ a conjunto, complementos dorados y un sofisticado recogido causó sensación, convirtiéndola en una de las invitadas ‘top’.
Pequeños gestos de gran calidez de la infanta Cristina
Su madre, doña Sofía, y su tía Irene son mujeres muy importantes en su vida. Ahora que ya son mayores, Cristina está siempre pendiente de ellas.
Pero la ‘nueva’ Cristina no tiene que ver sólo con su ropa, sus zapatos y peinados, sino con algo más personal. La hermana de don Felipe ha dejado atrás a la mujer preocupada y con el gesto siempre fruncido de antes para mostrarse como una persona segura de sí misma.
Alejada de la oscura sombra que proyectaba sobre ella su marido presidiario, ahora se la ve sonriente, más erguida, con un rostro tranquilo y relajado y, sobre todo, más atenta y cercana a los que la rodean.
Volcada en su gente, a Cristina se le están viendo detalles de una gran calidez. Como cuando tomó de la mano a Irene de Grecia durante un oficio en Semana Santa, consciente de que tía Pecu, de 81 años, tiene problemas de movilidad, o como cuando, ese mismo día, ayudó a su madre a colocarse la medalla del Cristo de los Alabarderos.
La infanta Cristina junto a su madre.
A doña Cristina también se la ve solícita y cariñosa en los encuentros con su padre. Además de haber coincidido en celebraciones familiares en Madrid, le ha ido a ver a Abu Dabi y el emérito también se ha desplazado alguna vez hasta Ginebra, donde la Infanta vive y trabaja.
La infanta Cristina, abrazando a su hijo Pablo en presencia de la novia de éste.
Pero son sus hijos los que más centran la atención de la ex-Duquesa de Palma. Los tres mayores ya son independientes, pero los ve tanto como puede, incluso cuando eso le ha hecho encontrarse con Iñaki o su exsuegra, a la que sigue teniendo un gran aprecio.
De la que está pendiente es de Irene, la benjamina, sobre todo después de que se hiciera público que la joven, de 18 años, mantiene una relación con Juan Urquijo, de 25.
Según algunos medios, Cristina no quería que se supiera. Le cae bien el joven, pero le preocupa que Irene se aparte del que debería ser su objetivo: los estudios, quizás una carrera relacionada con Relaciones Internacionales. Por el momento, sigue de cooperante en Camboya, experiencia que podría acabar en mayo. Entonces se sabrá si se instala en Ginebra o Madrid, lo que significaría que su relación con Urquijo sigue adelante.