Los hijos de la infanta Cristina desean tener vidas "normales" tras haber vivido como millonarios
Los hermanos Urdangarin son los familiares del rey Felipe VI que llevan una vida más austera, aunque no siempre ha sido así
Los hijos de la infanta Cristina crecieron entre lujos
Juan y Miguel Urdangarin, de pequeños, junto a Froilán en un yate.
Fuentes consultadas por el citado medio separan a los nietos Urdangarin y Marichalar en dos claros bloques: mientras que Victoria Federica y Froilán han vivido más de cara al público, los hijos de Cristina llevan un estilo de vida mucho más discreto. "Son los más ‘austeros’ de sus nietos, en el día a día y en su filosofía de vida", explican.
"Son hijos de la infanta Cristina y nietos de don Juan Carlos. La normalidad en sus vidas nunca llegará del todo, pero es verdad que existe mucha diferencia entre los hijos de Cristina y Elena", añaden.
Los hijos de la infanta Cristina junto a su tía, sus primos y sus abuelos.
Aunque es cierto que el rey Juan Carlos no hace distinción entre los hijos de sus hijas y ha costeado los carísimos estudios de los seis jóvenes (además de haberles pagado el carnet de conducir y, dicen, hasta el coche), "ellos han decidido tratar de ser lo más ‘normales’ posible", incide Monarquía Confidencial.
Irene y Miguel Urdangarin viendo un partido de balonmano de su hermano Pablo junto a sus padres y Johanna Zott.
Sobre la infancia de los hermanos Urdangarin, destacan una cosa: "Su vida en Pedralbes fue ostentosa de forma innecesaria. En Washington ocurrió prácticamente lo mismo, hasta que llegaron a Ginebra, donde encontraron cierta tranquilidad", han declarado al citado medio fuentes cercanas a la Zarzuela.
"Aquello fue el principio del fin: por el caso Nóos, por el excesivo gasto económico y porque los hijos se vieron sometidos a un estrés emocional que no era necesario", aseveran.
Tras el duro episodio familiar que acabó con su padre entre rejas, los hermanos habrían optado por no seguir el camino mediático de los Marichalar y que sus vidas sean más discretas y sencillas. ¿Lo conseguirán?