Infanta Cristina: su vida sentimental antes de Iñaki

Hace casi un cuarto de siglo, la infanta Cristina luchó contra viento y marea para poder casarse con el que estaba convencida de que era el amor de su vida, Iñaki Urdangarín.

Tras 24 años de matrimonio y cuatro hijos en común, la hermana del Rey pasará página e Iñaki Urdangarin se convertirá pronto en su exmarido. La huella que el exdeportista ha dejado en su vida es imborrable, pero, antes que él, también la marcaron profundamente otros hombres.

Repasamos todos los amores de la infanta Cristina. 

Fernando León: la razón por la que se mudó a Barcelona

Dado que Cristina formaba parte de la Familia Real, desde su entorno se intentó que las relaciones sentimentales de juventud no trascendieran, pero no se pudo evitar que muchos ciudadanos fueran testigos de varias de sus veladas e incluso que fuera fotografiada con algunos de los chicos con los que salió.

Con sólo 25 años, la hija mediana de don Juan Carlos decidió instalarse en Barcelona en 1992 y muchos creyeron que se mudaba por motivos de trabajo. Por aquel entonces, la joven estaba profundamente enamorada de Fernando León, regatista olímpico amigo de su hermano Felipe, que fue quien los presentó a principios de la década de los 80.

De hecho, al joven canario ya lo habían relacionado con la Infanta en 1986. "Antes tenía más amistad con el príncipe Felipe, pero ahora veo más a su hermana Cristina, pero sólo somos amigos y nada más", aseguraba Fernando en una entrevista de aquel año, en la que el deportista, de 20 años, definía a la hija de los Reyes como "amable, simpática y muy alegre".

A pesar de las declaraciones del regatista, su relación se convirtió en un secreto a voces que desde Casa Real ni se confirmó ni se desmintió. En los primeros meses de 1992 fueron muchos los barceloneses que los vieron juntos compartiendo cenas y paseos por la ciudad.

Mientras Cristina era feliz con Fernando, los medios le atribuían otros noviazgos y, por ejemplo, se dijo que había una complicidad especial entre Felipe de Bélgica y la Infanta y también se llegó a afirmar que podría haber algo entre ella y Cayetano Martínez de Irujo.

Álvaro Bultó: un noviazgo con deportes de aventura

Terminada su relación con Fernando León, otro atractivo rubio le robó el corazón: Álvaro Bultó. Cristina había conocido al aventurero barcelonés a principios de enero de 1992 en una discoteca de Baqueira Beret, aunque la chispa no saltó entre ellos hasta tiempo después, cuando la Infanta ya vivía en la Ciudad Condal.

Álvaro provenía de una adinerada familia catalana, ya que era el menor de los ocho hijos de Francisco Javier Bultó, que había sido propietario de la desaparecida fábrica de motos Bultaco, y de la aristócrata Inés Sagnier Muñoz.

Cuando empezó a salir con Cristina, el barcelonés trabajaba en una firma textil y llevaba dos tiendas de importación de bicicletas de montaña. Alternaba sus obligaciones con su afición por las motos y la aventura, ya que practicaba deportes como la caída libre o la escalada vertical. Para horror de los escoltas de la Infanta, Álvaro la convenció en más de una ocasión para que practicaran "rafting" juntos.

Profundamente enamorada, la pareja se convirtió en inseparable y los fotógrafos no tardaron en pillarlos juntos. Aunque las imágenes evidenciaban que existía una relación entre ambos, tampoco esta vez existió confirmación oficial. Su noviazgo duró unos tres años y se rompió después de que los continuos viajes de Bultó dificultaran los encuentros entre ellos. El aventurero falleció trágicamente en el 2013, en un accidente de "wingfly" (vuelo con traje de alas).

Jesús Rollán: una breve historia decisiva para su futuro

Antes de que la hija mediana de los Reyes diera por finalizada su historia de amor con Álvaro, los medios la relacionaron sentimentalmente con Gustavo Doreste, regatista y hermano de campeones olímpicos de vela. A pesar de que se los pudo fotografiar juntos en más de una ocasión, lo suyo no pasó de una buena amistad.

Quien conquistó a la infanta fue Jesús Rollán, portero de la selección nacional de waterpolo que ganó la medalla de plata en los Juegos de Barcelona. Cristina cayó rendida a sus encantos, pero el deportista no se tomó la relación con la misma intensidad.

Durante un tiempo, Jesús vivió en la Residencia Blume y allí coincidió con Iñaki Urdangarin, con el que trabó amistad. De hecho, el portero los presentó durante los Juegos Olímpicos de Atlanta de 1996. El buen recuerdo que Rollán dejó en ambos quedó patente en el funeral del jugador de waterpolo, quien falleció en el 2006 cuando luchaba por dejar atrás sus adicciones. En el último adiós a Jesús, tanto Iñaki como Cristina se mostraron hundidos.

Adolfo Suárez Illana: una relación que no trascendió en su momento

El hasta ahora más desconocido novio de la Infanta fue desvelado el pasado 26 de enero por Víctor Sandoval en "Sálvame". "Era hijo de alguien importantísimo", adelantó como aperitivo antes de afirmar que se trataba de Adolfo Suárez Illana, hijo del expresidente del Gobierno. El colaborador aseguró conocer esta relación porque él trabajaba como relaciones públicas en una discoteca a la que la pareja acudía con frecuencia. Según Sandoval, Suárez Illana "bebía los vientos" por Cristina y quedó "devastado" cuando ésta rompió la relación que tenían y apostó por Iñaki Urdangarín.