Juan Carlos I, abatido por su mala salud: "Es frecuente oírle hablar de la muerte"
Juan Carlos I se está sometiendo a intensivos tratamientos para recuperar la movilidad de una de sus piernas, pero no están teniendo los resultados esperados
El rey Juan Carlos, en una imagen de archivo.
El pasado 5 de enero, Juan Carlos I cumplió 87 años y, aunque su salud le permitió celebrarlo con una gran fiesta, los años pasan para todos y, según dicen, el rey emérito estaría ahora teniendo más problemas físicos que nunca.
Desde hace algún tiempo, el gran quebradero de cabeza del rey emérito es su pierna izquierda, a la que apenas le queda movilidad. De hecho, en sus últimas apariciones, siempre ha llevado bastón e, incluso, le hemos llegado a ver en silla de ruedas.
El rey y Juan Carlos caminando con ayuda de un bastón y de su hijo.
Ahora, Monarquía Confidencial ha revelado que el tratamiento que estaba siguiendo hasta ahora ha dejado de ser eficaz y, por ello, Juan Carlos I está abatido.
Juan Carlos I quiere, como sea, mejorar la movilidad de su pierna
Juan Carlos I saludando.
Pese a que vive en Abu Dabi, Juan Carlos I se desplaza con mucha frecuencia a Ginebra, donde vive la infanta Cristina y donde está recibiendo un tratamiento médico para mejorar la movilidad de su pierna izquierda.
Pero con el tiempo el tratamiento no está resultando tan efectivo: "los médicos ya le han comunicado el peor de sus presagios: que terminará sus días en una silla de ruedas, una imagen que él quiere borrar porque le recuerda lo que ocurrió con su madre. Por eso, antes que verse como un rey derrotado, prefiere morirse", revelan desde el citado diario.
Juan Carlos I en una imagen de archivo.
Ahora, fuentes cercanas al emérito han desvelado que "el tratamiento experimental que recibe en Ginebra ha dejado de ser eficaz", y que el padre del rey Felipe VI está ahora "explorando otras opciones terapéuticas para mejorar su calidad de vida".
Pese a que Juan Carlos I estaría recibiendo un tratamiento de altísima calidad, "ya desde el centro ‘avisaban’ que 'a medida que envejecemos, nuestro sistema musculoesquelético se deteriora gradualmente, causando una disminución de nuestras habilidades físicas. De hecho, perdemos músculo, las articulaciones se vuelven más rígidas y los huesos se debilitan'".
El rey Juan Carlos, en Sanxenxo.
Es por ello que, tal y como anuncia Monarquía Confidencial, Juan Carlos I "es consciente de que su final está cada vez más cerca". "Es frecuente oírle hablar de la muerte y preparar sus últimas voluntades", añaden.