Leonor: su diario de a bordo en ElCano
La princesa de Asturias, que ya surca el océano Atlántico, no tiene tiempo de aburrirse en el barco escuela
Leonor está viviendo una aventura a bordo de Elcano.
A Leonor todavía le quedan varias semanas para terminar su XCVII Crucero de Instrucción. El comandante del buque escuela de la Armada, Luis Carreras-Presas do Campo, explicó que, en la primera semana del viaje, entre Cádiz y Canarias, la Princesa de Asturias y los otros 75 guardiamarinas completaron la llamada "fase de adaptación", ahora que ya han puesto rumbo a Brasil, han comenzado la de "aprendizaje" y luego llegará la de "responsabilidad", con el objetivo de aprender a acatar órdenes, pero también a liderar equipos como futuros patrones de buques de la Armada.
Leonor: su apretada agenda a bordo de Elcano
Comentando con un instructor los pormenores de la subida a la cofa.
A bordo de Elcano, el día a día es muy agitado. La vida de Leonor y los guardiamarinas comienza allí a las 6.45 de la mañana –excepto para aquellos que hayan hecho guardia la noche anterior–. A continuación, tras asearse y arreglar sus literas y pertenencias –el orden es fundamental en un espacio tan reducido–, desayunan café, batidos, zumos, tostadas..., a veces, incluso churros o torrijas, y luego comienzan las clases, las prácticas y las maniobras, que se alargan hasta las 12 del mediodía.
En total, la princesa Leonor y sus compañeros tienen 18 asignaturas, pues aunque la Princesa es guardiamarina de primer curso, viaja con estudiantes de tercero que acabarán su formación con el Grado en Ingeniería Mecánica y estudian materias como Fundamentos de la Organización de Empresas (FOE) y Máquinas de Fluidos, combinadas con otras como Formación Militar, Derecho Marítimo, Táctica y Sistemas de Armas, Historia Naval...
Una sala polivalente para clases y ocio
El tradicional saludo de los guardiamarinas a su arribada a puerto.
Las clases teóricas se imparten en una gran sala donde la madera es la gran protagonista y que, además, hace las veces de comedor, de zona de descanso y socialización y hasta acoge videoconferencias con expertos o visionado de películas.
La comida, supervisada por un nutricionista, se sirve a la una de la tarde y tiene un marcado acento español, pues no faltan ni el jamón ni la paella. Luego, la Princesa y sus compañeros descansan brevemente para retomar las clases y las maniobras, hasta las 18.00 horas.
En una clase sobre el funcionamiento del buque.
Llega entonces el momento del tiempo libre, en el que los guardiamarinas del Elcano pueden merendar fruta o dulces y utilizar las zonas comunes, los camarotes o, si han arribado a puerto, salir a pasear.
Leonor y sus compañeros se lo pasan bien cantando 'Paquito el Chocolatero'
La intensa actividad física a bordo ya le ha generado algún que otro moretón a Leonor.
En las próximas semanas, cuando se encuentren en medio del océano Atlántico, Leonor descubrirá que las actividades más populares a bordo del Elcano son leer, pasar tiempo con los compañeros, los juegos de mesa y la música, pues en la sala común hay un piano que se toca a diario, y es tradición que los jueves se interprete la popular canción 'Paquito el Chocolatero'.
A las 22.30 de la noche, tras la cena, se apagan las luces y es hora de irse a dormir o, en caso de tener guardia nocturna y de que el clima lo permita, admirar las estrellas en cubierta disfrutando del maravilloso espectáculo del universo en medio del océano.