Leonor, una niña que creció rodeada de amor y responsabilidad
Ahora que la primogénita de los Reyes acaba de cumplir 18 años, tu Revista Pronto repasa su pasado para intentar vislumbrar qué tipo de reina será en el futuro
Letizia, mirando embelesada a Leonor, cuando era una bebé.
A su lado, el doctor Luis Ignacio Recasens, obstetra que había asistido a Letizia, detalló que la niña había nacido a las 01.46 horas, que había pesado 3,540 kilos y medido 47 centímetros. Al preguntarle sobre el nombre que habían elegido para la niña, el Príncipe respondió: "Uno que tiene muchos vínculos históricos y nos gustaba: Leonor".
En realidad, su nombre completo era, y es, doña Leonor de Todos los Santos de Borbón y Ortiz, y más adelante, habría que añadirle sus títulos: Princesa de Asturias, de Girona, de Viana, Duquesa de Montblanc, Condesa de Cervera y Señora de Balaguer. Ahí es nada.
"Es gordita y redonda"
La heredera y su hermana, haciendo guiños a los periodistas.
A su salida de la clínica Ruber siete días después, se pudo comprobar que la reina Sofía había descrito muy bien a su nieta diciendo: "Es gordita y redonda". Desde ese mismo instante, Leonor se convirtió en una estrella.
Acaparaba todos los flashes en una escapada de invierno en la residencia real de La Mareta (Lanzarote); en su bautizo, que se celebró el 14 de enero del 2006, una ceremonia familiar en el Palacio de la Zarzuela; en su primera aparición en la misa del Domingo de Resurrección en Palma de Mallorca y en su debut a bordo de la lancha real "Somni" para seguir las regata de vela en la que competía su padre.
No eran demasiadas apariciones públicas y las lenguas maliciosas empezaron a decir que la niña era sorda o que su madre no quería mostrarla por culpa del angioma en la nariz con el que había nacido, pero Leonor oía perfectamente y, cuando la manchita desapareció, las fotografías no aumentaron.
La primera vez que vimos a Leonor ya caminando fue en esta felicitación de Navidad del 2006.
A punto estaba de cumplir un año cuando Felipe explicó en los famosos corrillos del Día de la Hispanidad que la niña ya daba sus primeros pasitos, aunque todavía de la mano, y que había dicho su primera palabra, que no fue ni "papá" ni "mamá", sino "agua". Leonor reinó en solitario en su casa poco tiempo, ya que año y medio después de su nacimiento, el 29 de abril del 2007, vino al mundo su hermana, Sofía.
Su hermana, su cómplice y mejor amiga
Leonor, junto a algunos de sus primos, que la escuchan atentamente.
Desde que nació Sofía, las dos se criaron a la par, casi como si fueran gemelas, pues, aunque una de ellas tuviera su futuro totalmente planeado, la otra también tenía su misión: estaba destinada a ser, no sólo su "repuesto" –como se dolía el príncipe Harry que le llamaran a él–, sino su compañera, su mejor amiga, su apoyo incondicional. Y así ha sido.
En este enlace repasamos la bonita relación entre Leonor y Sofía.
Como cualquier niña, sus padres la llevaban al cole con su hermana siempre que podían.
Leonor y Sofía fueron creciendo juntas, recibiendo el mismo tipo de formación, aprendiendo a sonreír a todo el mundo y a posar para cientos de cámaras en las cuatro o cinco apariciones públicas que hacían al año y que solían coincidir con el inicio del cole, las vacaciones en Palma, la misa de Pascua y la felicitación de Navidad.
La curiosa manera en la que descubrió quiénes eran sus padres
Desde que nació su hermana, Sofía, Leonor ha contado, no sólo con una amiga con la que jugar, sino con una compañera que aprende lo mismo que ella y que lleva una vida muy similar.
A diferencia de lo que venían haciendo otras casas reales, Felipe y Letizia querían preservar al máximo la intimidad de sus hijas durante la infancia para que crecieran como niñas normales y no muy alejadas de la realidad de la calle. De hecho, fue al preguntar por qué les hacían tantas fotos los desconocidos –y también a qué se dedicaban sus padres– cuando Leonor descubrió quién era.
Leonor y Sofía, junto a su abuela paterna, la reina Sofía.
Hasta entonces, había asistido primero a la Escuela Infantil de la Guardia Real, en el recinto del Palacio de El Pardo, y luego al Colegio Santa María de los Rosales –el mismo centro laico en el que había estudiado el Rey– y allí todos la trataban como a una más.
Leonor junto a su padre y su abuelo paterno.
Con idéntico plan de estudios que sus compañeros, Leonor destacaba como estudiante, sobre todo en matemáticas y lectura, en casa cursaba asignaturas extras, como la historia de los Borbones –es decir, la de sus ancestros–, inglés con una nanny británica y las diferentes lenguas oficiales del Estado, por lo que, desde muy pequeña, se defiende la mar de bien en gallego, euskera y catalán.
Leonor y Sofía, siempre impecables en sus actos públicos.
Aunque, a efectos prácticos, su vida privada no cambió, el 19 de junio del 2014, su figura institucional cobró especial relevancia al ser proclamado Rey su padre tras la abdicación de su abuelo. Ella pasó entonces a ser la primera en la línea de sucesión al trono y entró en una nueva y apasionante etapa de su vida convertida en Princesa de Asturias.