Letizia y Elena, eternas enemigas: la tensa relación entre cuñadas
La hermana y la mujer del Rey no han conseguido llevarse bien a pesar de haberlo intentado. Doña Elena, de 59 años, y Letizia, de 50, tienen opiniones demasiado diferentes. Su distanciamiento ha sido inevitable
Letizia y Elena se saludan en presencia de la reina Sofía.
La reina Letizia y la infanta Elena no tienen nada en común. Las dos proceden de mundos distintos y mientras la hija de los eméritos considera que ser miembro de la Familia Real es una manera de vivir, para la esposa de su hermano es un trabajo, que desarrolla a la perfección, pero que tiene horarios. Y eso Elena no lo entiende. Sin embargo, siendo las dos conscientes de que eran como la noche y el día, hicieron lo posible por llevarse bien.
La separación de los duques de Lugo
El distanciamiento empezó, en el 2007, cuando doña Elena y su esposo, Jaime de Marichalar, decidieron separarse. Para entonces, la experiodista y el duque de Lugo ya eran buenos amigos, ya que él, desde que Letizia llegó a la Familia Real, fue un gran apoyo para la Reina.
Y cuando la Infanta y Jaime anunciaron el cese temporal de su convivencia, doña Letizia continuó manteniendo una buenísima relación con él. Algo que Elena vivió como una “traición”. Dice Nuria Tiburcio en su libro 'Elena, la infanta castiza', que esa gran amistad fue “la gota que colmó el vaso”.
El rifirrafe en Palma entre Letizia y Sofía
Otro de los momentos que más han marcado la relación entre las dos cuñadas se produjo durante una Semana Santa en Palma de Mallorca, la del año 2018. Como es tradición, la Familia real acudió a la misa del domingo de Ramos en la catedral de Palma y, cuando la reina Sofía quiso hacerse una foto con sus nietas, Leonor y Sofia, Letizia no la dejó. La pelea fue evidente e imposible de tapar.
Elena –igual que le ocurrió a Marie-Chantal Miller, la esposa del primo de Felipe, Pablo de Grecia– consideró intolerable el comportamiento de Letizia, y le dolió muchísimo ver cómo trató a su madre. “Tras aquel momento, que Elena no olvida, sus encuentros con su cuñada han sido contados. Apartada de la agenda real, no coincide nunca con ella, ni siquiera cuando visita la Zarzuela para ver a su madre o para practicar equitación. Aquel fue el punto de no retorno”, cuenta en su libro Núria Tiburcio.
El exilio del rey Juan Carlos, otro punto discordante
Después de dos años sin dejarse ver juntos en ningún acto público, la familia real al completo coincidió en el funeral del hermano de reina Sofía.
La ruptura de Felipe con su padre es otro punto de fricción entre las dos cuñadas, que ya eran enemigas eternas cuando don Juan Carlos puso tierra de por medio, en agosto del 2020, poniendo rumbo a Abu Dabi, perseguido por la sombre de sus escándalos amorosos y financieros.
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