Reina Letizia: así es Sara García Alonso, la astronauta que la ha conquistado
En el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia, la Reina conoció a la bióloga molecular Sara García Alonso, cosmonauta en la reserva de la ESA
Reina Letizia y Sara García Alonso.
Cumplido el primer cuarto del siglo XXI, la brecha de género en la ciencia es enorme: las disciplinas científicas siguen copadas por los hombres. Para concienciar sobre la falta de paridad en las carreras STEM (siglas de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas en inglés), se designó el 11 de febrero como Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.
Especialmente sensible a las cuestiones de igualdad, la Reina Letizia quiso apoyar esa justa causa, entregando ese día los premios Fundación Real Academia de Ciencias de España al Joven Talento Científico Femenino (FRACE), que recayeron en Ana Primo (categoría de Matemáticas); María Escudero (Física y Química); Ainoha Magrach (Biología y Geología) e Ivana Gasulla (Aplicaciones de la Ciencia a la Tecnología).
Letizia en los premios de la Fundación Real Academia de Ciencias al Joven Talento Científico Femenino
En el acto, celebrado en la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Letizia no intervino, pero escuchó a las galardonadas.
La Reina Letizia, fascinada con Sara García Alonso
Sara ve a la Reina como "una mujer inspiradora para las nuevas generaciones".
A quien la reina Letizia prestó mucha atención, quedando fascinada por la firmeza y claridad de su mensaje, fue a Sara García Alonso. Esta astronauta y bióloga molecular especializada en investigación oncológica incidió en la necesidad de que "las niñas crezcan en un entorno donde la ciencia sea natural para ellas y donde se valore sus ideas" con el fin de que se "eliminen sesgos y estereotipos que, por desgracia, todavía permean en nuestra sociedad".
A las niñas que sueñan con ser científicas, les lanzó una consigna clara: "Atreveos, porque es posible y la ciencia os necesita", recalcando que "cuando una mujer rompe una barrera no lo hace solo por ella, sino por todas las que vienen detrás". Agradecida por la presencia de la Reina, la calificó como "una mujer inspiradora para las nuevas generaciones".
Conoce a Sara García Alonso
Sara García Alonso, de 35 años, casada y leonesa, se dio a conocer en el 2022, tras ser elegida astronauta de reserva por la Agencia Espacial Europea (ESA). Un hito histórico en España. Curiosa, tímida y atrevida, Sara acaba de publicar su primer libro, 'Órbitas' (Penguin Random House), en el que plasma las experiencias profesionales y personales que han marcado su vida, en la que ha tenido que lidiar con la ansiedad y el bullying y superar un montón de obstáculos hasta llegar donde está y convertirse en un referente para las mujeres que quieren seguir sus pasos.
Sara García Alonso: "La ciencia ha sido siempre mi motor"
PRONTO: ¿Cómo ha sido la experiencia de escribir tu primer libro?
SARA GARCÍA: Ha sido un viaje tan intenso como emocionante. Órbitas no es solo un libro, es una parte de mí, un espacio donde convergen mi pasión por la ciencia, mi amor por la exploración y mis experiencias personales. Escribirlo me permitió reflexionar sobre mis propios límites, mis miedos y mis logros. También fue un reto encontrar el equilibrio entre la parte más técnica y la emocional, pero creo que eso le da autenticidad.
P.: ¿Cuándo tuviste claro que querías ser astronauta?
S.G.: No fue un sueño de infancia, pero siempre tuve curiosidad por el espacio. Cuando la ESA sacó la convocatoria y descubrí que podía optar al puesto y contribuir, no solo desde la Tierra, sino también más allá de ella, no tuve dudas. La ciencia y la exploración siempre han ido de la mano para mí, por lo que, cuando surgió la oportunidad, supe que tenía que intentarlo. Fue un momento de: "¿Y por qué no yo?".
P.: ¿Tenías un plan B?
S.G.: Totalmente. Siempre he sido muy consciente de que el proceso para convertirse en astronauta es extremadamente competitivo. Mi plan A era seguir investigando y desarrollando nuevas terapias contra el cáncer, algo que ya me apasionaba profundamente. La ciencia siempre ha sido mi motor, y el espacio es una extensión de esa pasión. No veía uno como sustituto del otro, sino como caminos complementarios.
P.: Hasta llegar donde estás, habrás pasado por momentos complicados. ¿A qué te aferras entonces?
S.G.: A mis valores y a mi propósito. La ciencia, la exploración y la búsqueda de respuestas más allá de lo evidente me han dado un sentido de dirección. Pero, sobre todo, me aferro a mi familia, a mis amigos y a las pequeñas cosas que me conectan con la realidad cotidiana. Recordar por qué empecé y visualizar el impacto que quiero tener me ayuda a superar cualquier obstáculo.
P.: Solamente hay un 11% de mujeres astronautas. ¿Cómo se puede incrementar el porcentaje?
S.G.: La clave está en la representación y en el acceso a oportunidades. Las niñas necesitan ver que es posible, que hay mujeres que han llegado y que pueden aspirar a lo mismo. Pero también es importante eliminar barreras estructurales y culturales que dificultan el acceso de las mujeres a carreras STEM y, en última instancia, al espacio. Fomentar políticas de igualdad y programas de mentoría son pasos fundamentales.
Sara García Alonso: "La ciencia, la música y el deporte me ayudaron a superar el bullying"
P.: En Órbitas hablas de la ansiedad y el bullying que sufriste. Cuéntame cómo los superaste.
S.G.: No fue un proceso rápido ni sencillo. Me apoyé mucho en mi entorno cercano y aprendí a poner en perspectiva lo que estaba viviendo. La ciencia, la música y el deporte fueron mis refugios: me ayudaban a canalizar mis emociones y a encontrar un espacio donde sentirme válida. También aprendí a aceptar que pedir ayuda no es un signo de debilidad, sino de fortaleza.
P.: Como bióloga molecular, explícame cómo es la Medicina en el espacio.
S.G.: La medicina espacial es fascinante, porque combina todos los desafíos de la medicina terrestre con condiciones extremas. La microgravedad afecta al cuerpo humano de maneras sorprendentes: pérdida de masa ósea, cambios en la distribución de fluidos, alteraciones en la visión… y, por supuesto, los recursos son limitados. La telemedicina y las tecnologías de diagnóstico portátil juegan un papel fundamental. Además, se investiga mucho en cómo la microgravedad puede ayudarnos a entender mejor enfermedades aquí en la Tierra.
P.: Cierra los ojos y dime cómo te imaginas de aquí a una década.
S.G.: Me imagino siguiendo mi pasión por la ciencia y la exploración, ya sea desde la Tierra o, con suerte, habiendo participado en una misión espacial. Más allá de eso, espero estar contribuyendo a inspirar a las nuevas generaciones a romper sus propios límites, tanto en la ciencia como en cualquier otro ámbito. Y, por supuesto, seguir aprendiendo y creciendo, porque la curiosidad nunca desaparece.