La reina Sofía, preocupada, se vuelca en el cuidado de su hermana Irene

Hace unas semanas, el rumor de que la hermana pequeña de la Reina emérita tenía problemas cognitivos hizo que se dispararan las alarmas. A nadie se le escapa que la relación entre la princesa Irene, confidente y gran aliada de doña Sofía, y ésta última, que viene desde que eran niñas, es tan fuerte, que cualquier problema que pueda tener alguna de ellas supone un motivo de honda preocupación para la otra. Y eso es lo que le pasa a la esposa de don Juan Carlos, que se ha volcado en el cuidado de Irene en este momento de su vida en el que el peso del tiempo está haciendo mella en su salud.

Sofía, pendiente de su hermana durante la velada en el Teatro Real

Sofía, de 85 años, no sólo se ocupa de estar pendiente de sus citas médicas y de cualquier cosa que pueda necesitar en su día a día, sino que también intenta que Irene, de 81 años, pueda seguir llevando la vida que siempre le ha gustado, tranquila, pero llena de actividades relacionadas con el mundo del arte y la cultura.

Por eso fue con ella a la entrega de los Premios BMW de Pintura, que tuvo lugar en el Teatro Real de Madrid. Y allí pudimos comprobar cómo Irene se mostraba muy interesada en las obras que se habían presentado y, siempre al lado de Sofía, disfrutó de la charla con algunos de los artistas que expusieron su obra y también del concierto que se celebró después.

Irene es una gran amante de la música, como su hermana, y durante un tiempo fue pianista profesional, llegando a actuar, incluso, en Londres, en 1969, en presencia de un joven Carlos de Inglaterra. Doña Sofía e Irene perdieron el pasado mes de enero a su hermano Constantino de Grecia, muerte que las dejó desoladas a ambas, que estaban muy unidas a él.

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