Los reyes eméritos están en las antípodas y no sólo porque él viva en Abu Dabi y ella en Madrid y no haya entre ellos el menor asomo de relación. Doña Sofía, que se mantiene estupenda para sus 86 años, era investida hace unos días como doctora "honoris causa" por la Universidad CEU San Pablo "por su contribución al fomento de la cultura y la promoción de las artes".