Victoria Federica, su increíble cambio: de adolescente tímida a joven rebelde

¡Quién iba a imaginar que Victoria Federica de Marichalar y Borbón se convertiría en un referente de la moda y el estilo! No hace tanto que su apariencia distaba mucho de lo que es hoy en día. A sus 17 años, llevaba su larga y encrespada melena recogida en una trenza, sus cejas no estaban arregladas, su elección de ropa carecía de gracia y su piel luchaba contra el acné.

La hermana de Froilán, Victoria Federica, destacó en su niñez por su dulce sonrisa, su actitud tranquila y los tiernos posados en los que, por razones desconocidas, solía aparecer con un calcetín en la mano. A medida que entró en la adolescencia, conservó su discreción y prudencia, aunque debajo de esa fachada se escondía un alma inquieta, llena de deseos de explorar el mundo, disfrutar al máximo y dedicar su vida a la pasión que compartía con su padre, Jaime de Marichalar: la moda.

No era tan estudiosa como pensaban

En aquel entonces, Victoria Federica estaba cursando su segundo año de bachillerato en el colegio St. George's de La Moraleja y tenía la reputación de ser una estudiante aplicada. Por lo tanto, cuando al año siguiente decidió inscribirse en The College For International Studies, la misma universidad a la que asistía su hermano, Felipe Juan Froilán, algunas voces comentaron: "A ver si le va mejor que a él", ya que la aversión del chico por los libros era ampliamente conocida.

Sin embargo, Victoria Federica empezó a tomar un camino similar al de su hermano Froilán. Antes de siquiera terminar el bachillerato, durante una estancia en el hotel Alfonso XIII de Sevilla, se vio envuelta en una acalorada discusión con su madre en un ascensor. La infanta Elena le espetó: "Haces lo que quieres. Has llegado a las siete de la mañana y me tienes harta. Esto se va a acabar". Pero la bronca no sirvió de nada.

Mientras su hermano Froilán llenaba titulares con sus escapadas nocturnas y, aun así lograba graduarse, la joven optó por abandonar sus estudios después de sólo un año y medio para enfocarse en su carrera de "influencer" para enfado y desesperación de sus padres, sobre todo, de la infanta Elena.

Toreros y "disc-jockeys"

Durante ese tiempo, protagonizó algunas gamberradas, como compartir un patinete eléctrico con una amiga y conducir en dirección contraria o por la acera, dejar el coche aparcado en cualquier sitio o besarse en público con un apuesto torero, algo muy poco apropiado para un miembro directo de la familia real.

Después de romper con el matador Andrés Roca Rey, empezó una relación con el "disc-jockey" Jorge Bárcenas y, en La Zarzuela, se erizaron muchos vellos cuando se empezó a publicar que la sobrina de Felipe VI salía con alguien que trabajaba en el mundo de la noche.

Hace aproximadamente dos años, Victoria Federica, haciendo caso omiso de los preceptos de discreción de la Casa Real, dio sus primeros pasos como "influencer" profesional luciendo un espectacular modelo diseñado por Lorenzo Caprile en un "photocall" y, por un lado, comenzó a pulir su "look", pero también a olvidar su buena educación ante la prensa.

Desde entonces, ha desfilado por alfombras rojas, posado junto a famosos como Omar Montes y Rihanna, y compartido fotos en bikini promocionando exclusivos destinos vacacionales. Como resultado, las marcas se la rifan y Victoria Federica ha empezado a consolidar su posición en el mundo de las redes sociales con seguridad y sin complejos.

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