Archie Harrison nació el 6 de mayo de 2019 y ha sido bautizado con dos meses.
El Castillo de Windsor se ha vuelto a vestir de gala este sábado para acoger el esperado bautizo de Archie Harrison, el hijo de Meghan Markle y el Príncipe Harry. Conocido cariñosamente como «Baby Sussex», el bebé ha recibido el sacramento en el mismo sitio donde se casaron sus padres en junio de 2018.
Se trató de una escueta ceremonia celebrada, a petición de los padres, por el Arzobispo de Canterbury y a la que asistieron 25 invitados. La que no acudió a la cita fue su abuela, la reina Isabel II porque, según asegura la prensa inglesa, ya había confirmado su asistencia a otro compromiso. No obstante, ha vuelto a suscitar polémica que la reina no haya previsto y agendado el bautismo de su nieto, como también pasó el año pasado con el príncipe Louis.
En el posado que han compartido los duques de Sussex en su Instagram oficial, observamos que Meghan Markle optó por un vestido midi de color blanco, de manga francesa, y por un tocado de casquete con red, también en blanco. El príncipe Harry también se vistió de claro, con un traje beige, corbata azul y zapatos marrones.
Otro de los looks más comentados, como siempre, ha sido el de Kate Middleton. La duquesa de Cambridge lució un vestido rosa fresa de estilo retro con lazada al cuello, acompañado de una diadema y unos salones guinda que pusieron la nota de color a su look.
Detalles del bautizo
Como es tradición en la familia real, el pequeño llevó el faldón de encaje y seda satinada de Honiton, que es una réplica del que llevaron el príncipe Guillermo y la propia reina Isabel II. La prensa británica cuenta que el original se lavaba con agua de manantial para almacenarse en la oscuridad entre bautizo y bautizo, pero se hizo una réplica en 2004 porque la prenda ya estaba muy delicada.