Carlos y Camilla: todo lo que no sabes de los nuevos reyes de Inglaterra

Su relación ha sido una de las más polémicas de la realeza europea, pero 52 años después de enamorarse, Carlos y Camilla, actuales soberanos del Reino Unido, han logrado que el mundo, que creía que ella jamás sería reina, entienda la fuerza del vínculo que les une.

Por encima de todo, el hijo de Isabel II y su segunda esposa son grandes amigos y su amor perdura pese a todo y pese a todos. Ambos comparten aficiones, pasiones y un mismo estilo de vida en el que prima su amor por la naturaleza, en concreto, por la campiña inglesa y todo lo que conlleva: jardines en flor, caballos, perros, cacerías, botas de agua...

No en vano, aunque ahora vayan a residir en el Palacio de Buckingham, han establecido su verdadero hogar en su finca de Highgrove, una mansión sencilla –para lo que son ellos–, que Carlos acondicionó con el objetivo de estar cerca de Camilla cuando aún escondían su amor.

Una relación erótico-simpática

Por aquella época, concretamente en 1989, dieron muestras del particular sentido del humor que comparten cuando bromearon diciendo que la mejor manera de mantener su romance en secreto era que él se metiera en los pantalones de ella o se convirtiera en uno de sus tampones.

El chiste dejó de tener gracia cuando la conversación telefónica salió a la luz cuatro años después. De hecho, la pareja mantuvo ese tira y afloja erótico-simpático desde que se conocieron en una fiesta en 1970 y Camilla le espetó: “¿Sabe usted que mi bisabuela, Alice Keppel, fue amante de su tatarabuelo?”.

La actual reina admiraba a Alice porque “puede que no fuera reina –solía decir–, pero tenía la atención del rey y eso la hacía increíblemente poderosa”.

Del mismo modo, actualmente, ella es la mejor consejera de Carlos. “Tiene un efecto calmante sobre él, es una influencia segura y tranquilizante”, según escribe el cronista real Richard Kay.

Cuando viaja, se lleva su habitación

La periodista Tina Brown cuenta en su libro 'The Palace Papers' que, cuando se aloja fuera de casa, Carlos III se hace llevar la cama ortopédica que utiliza, el asiento del inodoro, su papel higiénico favorito y cuadros de su habitación; y según Paul Burrell, el famoso y polémico exmayordomo de Lady Di, "su pijama se plancha todas las mañanas y los cordones de sus zapatos también se alisan con una plancha; el tapón del baño debe estar siempre en cierta posición; la temperatura del agua debe ser tibia y la bañera debe estar medio llena –explica–.

Y hace que sus ayudantes de cámara pongan una pulgada de pasta de dientes en su cepillo todas las mañanas".

Y Camilla lidia pacientemente con todo eso e intenta, con su simpatía, anular la fama de su marido de petulante, extravagante e iracundo y potenciar sus virtudes: su amabilidad, su cercanía, su sentido del humor, su pasión por el medio ambiente y el amor por ella.

Descubre más sobre Carlos y Camilla en las páginas de tu Revista Pronto.