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Carlos y Camilla: lo que nadie te ha contado de ellos

Los monarcas del Reino Unido, que se aman profundamente, han vivido una historia repleta de altibajos. Así son en la intimidad:

Carlos de Inglaterra y Camilla Parker

Redacción

Corre 1993 y un gran escándalo sacude a la monarquía británica. Han salido a la luz conversaciones telefónicas de carácter sexual entre el heredero de la Corona y su amante. Son momentos de incertidumbre, pero hay algo de lo que todo el mundo está seguro: Camilla Parker Bowles jamás será reina. ¡Ja!

Carlos y Camilla de jóvenes.

Por encima de todo, son grandes amigos

Diecinueve años después, la que entonces era la mujer más odiada del país está a punto de sentarse en el trono junto a su marido convertida en una de las joyas de la Corona, pues se ha ganado el favor de los británicos y su relación con Carlos ha pasado de "sórdido romance clandestino" a "cómplice y profundo amor maduro".

Carlos y Camilla cómplices.

Poco a poco, el monarca y su segunda esposa han logrado que, de puertas para fuera, se entienda la fuerza del vínculo que les une desde hace 52 años.

Salta a la vista que los soberanos del Reino Unido son, por encima de todo, grandes amigos que han aguantado juntos más de un chaparrón y que comparten un mismo estilo de vida en el que prima su amor por la naturaleza, en concreto, por la campiña inglesa y todo lo que conlleva: jardines en flor, caballos, perros, cacerías, botas de agua... Su lugar predilecto del mundo es su finca de Highgrove, una mansión sencilla –para lo que son ellos–, que Carlos acondicionó para estar cerca de Camilla cuando aún escondían su amor y que se convirtió en su hogar.

Carlos y Camilla pescando.

Allí reciben sólo a los íntimos y se muestran tal y como son: una pareja profundamente enamorada y compenetrada con un peculiar sentido del humor.

Siguen siendo una pareja cómplice y enamorada que comparte su amor por la naturaleza y su sentido del humor.

Chistes fuera de tono

En una escena de la aclamada serie "The Crown", Carlos cuenta en una reunión de amigos un chiste sobre un oso que sodomiza a un cazador y Camilla es quien más se troncha de risa con la soez historia. No está lejos de la realidad. Cuando todavía estaba casado con Diana, ambos bromearon diciendo que la mejor manera de mantener su romance en secreto era que él se metiera en los pantalones de ella o se convirtiera en uno de sus tampones y sólo dejaron de reírse cuando la conversación telefónica salió a la luz años después.

Ya su primera charla, cuando se conocieron en una fiesta en 1970, fue algo "picante", pues Camilla le espetó: "¿Sabe usted que mi bisabuela, Alice Keppel, fue amante de su tatarabuelo?". Sus amigas de juventud recuerdan que la actual reina admiraba a Alice, de quien citaba su frase más célebre: "Una amante real debe hacer una reverencia primero y saltar a la cama después". Para Camilla, ella fue una figura muy importante porque "puede que no fuera reina –decía–, pero tenía la atención del rey y eso la hacía increíblemente poderosa". Del mismo modo, ella es la mejor consejera de Carlos. "Tiene un efecto calmante sobre él, es una influencia segura y tranquilizante", dice el cronista real Richard Kay.

Ella sabe reírse de todo

Además, la nueva reina es una mujer divertida, amable, inteligente y, sí, dura cuando tiene que serlo, dice su biógrafa, Penny Junor, a lo que sus allegados añaden que es "una persona cálida, ingeniosa, divertida y que tiene la capacidad de reírse de todo", incluso de las críticas más crudas.

Desde la muerte de Diana en 1997, la exduquesa de Cornualles ha hecho gala de la valentía, la humildad y la paciencia necesarias para demostrar que no fue la bruja del cuento, que sólo era una mujer enamorada cuya historia estuvo condenada a la clandestinidad por unas normas no escritas que impedían al futuro rey casarse con una joven sin título aristocrático ni virginidad. Entonces, sus detractores no sabían que ella era la única capaz de comprender la compleja personalidad de su marido y de lidiar con sus muchas manías, pues se ha llegado a decir que el rey padece TOC (trastorno obsesivo compulsivo), mientras que otros aseguran que su estricta rutina es fruto de sus años de internado.

Cuando viaja, se lleva su habitación

Paul Burrell, exmayordomo de Lady Di, contó en un documental titulado "Sirviendo a la Familia Real" algunas de las excentricidades del nuevo rey de Inglaterra: "Su pijama se plancha todas las mañanas y los cordones de sus zapatos también se alisan con una plancha; el tapón del baño debe estar siempre en cierta posición; la temperatura del agua debe ser tibia y la bañera debe estar medio llena –explica–. Y hace que sus ayudantes de cámara pongan una pulgada de pasta de dientes en su cepillo todas las mañanas".

En el mismo programa, Darren McGrady, exchef de palacio relató: "Tenía la orden de poner dos ciruelas y un poco de zumo y enviárselo para el desayuno. Yo le mandaba dos ciruelas y él siempre dejaba una. Una mañana pensé en ponerle sólo una. Envié la bandeja al comedor y él me mandó a llamar y me preguntó: “¿Tienes dos, por favor?” Así que tuve que continuar poniéndole dos cada mañana y él siguió devolviendo una".

Tina Brown cuenta en su libro "The Palace Papers" que, cuando se aloja fuera de casa, Carlos III se hace llevar la cama ortopédica que utiliza, el asiento del inodoro, su papel higiénico favorito y cuadros de su habitación.

A Carlos le encanta el lujo –lleva un reloj de 30.000 euros– y la naturaleza que pinta en sus acuarelas.

Camilla quería ser un ama de casa rodeada de hijos, perros y caballos. Ambos adoran la campiña.

Un rey desconcertante

Y Camilla lidia pacientemente con todo eso e intenta, con su simpatía, anular la fama de su marido de "petulante, extravagante y entrometido", según lo define Tom Bower en el libro "El príncipe rebelde". Este periodista también afirma que Carlos es un adicto al lujo, que luce un reloj valorado en 30.000 euros, se viste en la prestigiosa sastrería Anderson & Sheppard y se calza los mismos zapatos que los protagonistas de James Bond.

Dicen quienes lo han tratado que es caprichoso y que puede mostrar su ira fácilmente, como ha sucedido estos días tras la muerte de su madre, pero que detrás de esa impulsividad hay un hombre amable, cercano y bromista, que sabe escuchar.

Además, el nuevo rey es un declarado defensor del medio ambiente, le apasiona la espiritualidad y, por encima de todo, sigue enamorado de la mujer que lleva 52 años a su lado y que ya por siempre será su reina.