Guillermo y Kate nos cuentan los secretos de sus 3 hijos
George está agobiado con los exámenes, Charlotte es una “peleona” y Louis echa de menos a su bisabuela, Isabel II
Guillermo y Kate junto a sus tres hijos, cuando Louis era sólo un bebé.
Los príncipes de Gales desean preservar la infancia de sus hijos, George, Charlotte y Louis, en la intimidad, pero, a veces, como padres, no pueden evitar hacer comentarios sobre ellos que nos descubren cómo son en casa.
Los tres hijos de los Príncipes de Gales son muy risueños y traviesos. .
Cuando en el 2022 se mudaron a una mansión en los terrenos de Windsor, los matricularon en Lambrook, una escuela innovadora, rodeada de naturaleza, con lujosas instalaciones y actividades tan atractivas que los tres acuden felices, incluso los sábados.
George placó a su madre
George el sensible. El futuro heredero se interesa por muchas cosas, y Guillermo ha contado que, a veces, algunas informaciones, sobre todo las referentes a animales, lo ponen muy triste.
Según ha contado Kate, ahora, su hijo mayor, de 10 años, está algo agobiado, pues pronto se someterá a unos exámenes de nivel cuyos resultados podrían influir, más adelante, en su acceso a prestigiosos colegios como Eton –donde se formó Guillermo–.
"Está empezando a practicar las pruebas –le explicó la princesa a unos estudiantes–. Y me dice: “¡Mamá, me hacen exámenes todo el tiempo!”". Se ha sabido que Kate no acompañará a su marido a una entrega de premios en Singapur en noviembre para ayudar al niño a estudiar, porque, según parece, no va sobrado. "Le podrías dar clases de mates a George", le dijo a una niña que destaca en esa materia.
Él prefiere disfrutar de la naturaleza y del deporte. Guillermo ha contado que, un día, vio con su hijo un documental sobre animales en extinción y le afectó mucho: "Me dijo: “¿Sabes qué? No quiero verlo más” –contó–. Los dos nos quedamos muy tristes".
A George le encanta el rugby y, en un encuentro con un equipo británico, cuando Kate comentó que estaba empezando a practicarlo, él saltó: "¡Pero aún no te he placado!", a lo que su madre respondió riendo: "¡Sí que lo has hecho!". Y es que la princesa practica este deporte con sus hijos en el jardín y está muy contenta de que Charlotte, de 8 años, además de aprender danza –"le encanta el ballet y el claqué", dijo– y hacer gimnasia rítmica, también participe. "Ella juega al fútbol y al rugby. Es muy bueno que las niñas puedan practicar estos deportes ahora". Además, no se deja avasallar: "Es muy buena, pero tiene un lado bastante peleón", dijo Kate.
En este enlace te mostramos las trastadas más divertidas de los hijos de Guillermo y Kate.
Lottie y Bichito, los apodos que se les escaparon a sus padres
Charlotte "la peleona". Aunque le encanta el baile y la gimnasia rítmica, la mediana
lo da todo jugando al rugby y al fútbol en el colegio o con sus hermanos.
En casa, la llaman Lottie, según se le escapó a su madre, y es el ojito derecho de Guillermo, que, a veces, se refiere a ella con el apelativo cariñoso francés de "mignonette". Por ella, hasta ha aprendido peluquería. "La cola de caballo es una pesadilla –le dijo a otro papá–. Puedo hacérsela, pero eso es todo porque yo no tengo suficiente pelo para practicar, ja, ja ja".
Louis, un niño con mucha energía y muy sensible
Louis el revoltoso. A sus 5 años, es el más inquieto y espontáneo. Le encanta correr y
liberar su energía, pero también es un niño empático que sintió la muerte de su bisabuela.
Del revoltoso Louis, de 5 años, que hace las delicias del público con su espontaneidad, Kate ha dicho que también le gusta el rugby, pero que "está en una edad en la que lo que le encanta es correr" y que, a veces, al salir del cole, "llega a casa y dice: “¡Necesito sacar mi energíaaa!”".
Sus padres le llaman "bichito Lou", quizás porque, como han revelado, su superhéroe favorito es Spider-Man. Además es un niño de muy buenos sentimientos. Según Kate, cuando falleció Isabel II, Louis dijo: "Al menos ahora está con el bisabuelo", pero también se mostró preocupado sobre si su falta iba a alterar sus veranos. "¿Crees que aún podremos jugar cuando vayamos a Balmoral?, preguntó.
No obstante, lo más bonito que esta joven mamá ha dicho de sus niños es: "Alguien me preguntó el otro día: “¿Qué te gustaría que tus hijos recordaran de su infancia?” Y pensé: “¿Que les ayudé con sus deberes de matemáticas y ortografía o que salimos al campo, encendimos una hoguera, intentamos asar salchichas y no funcionó porque la madera estaba demasiado húmeda?”". Sin duda, los príncipes de Gales se esfuerzan al máximo por crear esos bonitos recuerdos.