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Harry y Meghan Markle quieren vender su lujosa casa

Según algunas fuentes, están enseñando la finca a compradores serios con solvencia contrastada y están mirando otras casas en la misma zona

Harry y Meghan viven muy tranquilos alejados de la Familia Real en California.

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Los duques de Sussex, Harry y Meghan Markle, estarían pensando en vender la mansión de la localidad costera de Montecito (Santa Bárbara, California) en la que viven con sus hijos Archie, de 2 años, y Lilibet, de 7 meses, una casa que adquirieron hace sólo año y medio por más de 11 millones de euros.

Les gusta su zona pero no les convence la vivienda

Fuentes cercanas a Harry y Meghan han explicado a medios estadounidenses que a la pareja les gusta la zona, donde tienen como vecinos a otros ricos y famosos como su amiga Oprah Winfrey, Ariana Grande, Elle DeGeneres y Rob Lowe, pues está a hora y media de Los Ángeles, tiene algunas de las mejores playas de Santa Bárbara y, a diferencia de otras zonas exclusivas de California, la riqueza no se muestra ostentosamente allí.

Sin embargo, la casa no les acaba de convencer, a pesar de sus 9 habitaciones, 16 cuartos de baño, gimnasio, piscina, pista de tenis, casa de invitados y parque infantil en más de 3 hectáreas de terreno.

Según las mismas fuentes, el príncipe y la exactriz habrían puesto a la venta la casa, pero no públicamente, sino que sólo la estarían enseñando a compradores serios con solvencia contrastada. Y mientras, ya estarían mirando otras residencias en el mismo Montecito, ya que, como era de esperar, no tienen intención de regresar al Reino Unido y permanecen tranquilos en California, volcados en sus hijos y en las labores humanitarias de su fundación, Archewell.

Allí se mantienen alejados de Buckingham donde los problemas e intrigas de la Familia Real nunca cesan.

La casa de Harry y Meghan tiene un espectacular jardín.

Alejados de los líos familiares

La reina Isabel II vive profundamente preocupada por el futuro de su hijo preferido, Andrés –pendiente de su posible imputación en un caso de abusos sexuales a menores–, y también está muy apenada porque permanece prácticamente confinada en Windsor, viéndose obligada a "teletrabajar" con videollamadas, algo que detesta.

Además, recientemente ha perdido a una de sus mayores confidentes, lady Diana Farnham, su dama de la alcoba desde 1987, quien ha muerto a los 90 años.

En cuanto a su hijo mayor, Carlos, acaba de sorprender con una "jugada" de acercamiento a Harry con quien apenas ha hablado desde que éste se marchó a Estados Unidos. En un ensayo sobre el cambio climático ha dicho lo orgulloso que está de sus dos hijos por su compromiso con el medioambiente.

"Mi hijo menor, Harry, ha denunciado con pasión el impacto del cambio climático, especialmente en África, y está comprometido con el residuo cero", ha escrito en un texto en el que también alaba a su hijo Guillermo.

Eso sí, algunas fuentes creen que lo hace con la boca chica porque el duque de Cambridge sigue siendo el favorito de gran parte de los británicos para suceder a Isabel II gracias, entre otras cosas, a acciones solidarias como la que se acaba de conocer: está pensando en destinar algunos de los inmuebles que heredará de su padre para ayudar a personas sin hogar.