El príncipe Andrés no quiere pagar los 36.000 euros de sus clases de yoga
El rey Carlos III no está dispuesto a que los caprichos de su hermano sean sufragados por la Corona y se ha negado a pagarle sus prestigiosas clases de yoga
Andrés de Inglaterra está enfrentado a su hermano Carlos.
El duque de York ha visto cómo, una vez proclamado rey su hermano Carlos, los caprichos y privilegios que le concedía su madre se están viendo reducidos considerablemente. Tras rebajar su sueldo anual, echarlo de Buckingham y cambiarle su residencia habitual de 30 habitaciones por la de su sobrino Harry, de "sólo" 10, el rey británico se ha negado a sufragarle los 36.000 euros anuales que le cuesta a Andrés tratarse con un gurú de yoga indio.
Esta es la "humilde" mansión a la que se ha visto obligado a trasladarse el príncipe Andrés.
El rey Carlos, harto de los caprichos de un hermano que no trabaja
Según informa el periódico británico The Sun, Andrés cuenta con un gurú de yoga que lo trata habitualmente y que suele pasar un mes al año en su residencia. Sus servicios le cuestan alrededor de 36.000 euros anuales y su madre, la reina Isabel, los pagaba del dinero destinado a la corona. Pero su hermano Carlos ha dicho que no y que ahora tendrá que pagarlo de su propio bolsillo.
Andrés y Carlos están muy distanciados.
“Si bien la Reina siempre estuvo feliz de complacer a su hijo a lo largo de los años, Carlos está mucho menos inclinado a financiar tales indulgencias, particularmente en una era de crisis como ésta", dice una fuente al citado medio. Según esta fuente, el rey Carlos tiene una buena razón para negarse: "Las familias están luchando y, con razón, se opondrían a la idea de que se paguen decenas de miles de dólares a un gurú indio para que brinde un tratamiento holístico a una realeza que no trabaja y vive en su mansión de gracia y favor. Esta vez, el Rey vio la factura y pensó que su hermano estaba bromeando".
Además, Carlos III también eliminó la seguridad de su hermano, a cargo del Estado, le cerró su oficina en palacio y lo expulsó de Buckingham, donde tenía un dormitorio reservado para él. También va a recortar su asignación anual, que hasta ahora ascendía a unos 280.000 euros al año. Por todo ello, se rumorea que el príncipe Andrés se estaría planteando conceder una entrevista en televisión para intentar recuperar el favor de los británicos y ganar un poco de dinero.