El príncipe Guillermo cumplirá el gran sueño de Diana
El heredero ha anunciado un proyecto con el que va a construir casas para la gente sin hogar, una problemática social que a su madre le preocupaba mucho
El príncipe Guillermo ha presentado un proyecto que demuestra su compromiso con uno de los grupos más necesitados de la sociedad, los sintecho.
Desde muy pequeño, el príncipe Guillermo ha sido consciente de muchas realidades que no tienen nada que ver con su posición ni su vida palaciega. Y todo gracias a Diana, que, como reveló en una entrevista en el 2012, “deseaba mostrarnos la crudeza de la realidad. No me cansaré de darle las gracias por ello, porque la realidad es muy dura. Una de las lecciones más importantes que me dio fue sobre lo afortunado y privilegiado que soy”.
Diana llevaba a sus hijos a albergues para gente sin hogar
Diana era una mujer muy solidaria.
Por eso, su madre solía llevarles, a él y a su hermano, Harry, a visitar por la noche y en privado hospitales o albergues para gente sin hogar. La primera vez fue en 1993, cuando fueron a The Passage, un centro de recursos para los “sin techo”. Tan impresionado se quedó Guillermo, que al salir le prometió a su madre que cuando fuera rey dejaría que “las personas sin techo vivan en nuestros palacios”.
Una imagen de 1993, de la primera vez que la princesa Diana llevó a sus dos hijos a un albergue de gente sin hogar.
Y, ahora, esa promesa se va a hacer realidad, porque el hijo mayor de Carlos y Diana ha anunciado que financiará con 3,5 millones de euros la construcción de 24 viviendas sociales en un terreno de su propiedad, en el Ducado de Cornualles. El príncipe quiere que las casas “sean lo más hogareñas posible" para combatir el estigma de la vivienda social.
Guillermo sigue los pasos de su madre.
Su compromiso con los sin hogar es constante desde 1993. El príncipe, patrono de organizaciones que aspiran a evitar que la gente se quede sin casa, como The Passage y Centrepoint, explicó que en su trabajo ha podido conocer a muchas personas en esa situación y “escuchar sus historias, sentirlas y verlas. Se han vuelto invisibles. Es muy importante que la sociedad reconozca que hay alguien ahí y que están pasando por un momento difícil. No debería suceder, pero están ahí. No puedes ignorarlos”.
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