Los animales siempre han sido muy importantes para la familia real británica: desde los famosos corgis de Isabel II (que recientemente se ha filtrado una divertida carta donde la reina se queja del comportamiento de los cachorros), los perretes son como un miembro más de la familia Windsor., Es por ello que la reina Camilla se ha quedado completamente rota tras la muerte de Beth, una de sus mascotas.