Sophie de Edimburgo, el ascenso de la nuera favorita de Isabel II
La esposa del príncipe Eduardo, una de las "royals" más queridas por los británicos por su discreción, ha sido la primera Windsor en visitar Ucrania
Sophie de Edimburgo: las dos polémicas que protagonizó
Sophie de Edimburgo con su marido, Eduardo, y sus hijos, Louise y James.
Antes de alcanzar esta posición, ganarse la simpatía de los británicos y ser considerada por la prensa inglesa "el arma secreta de Carlos III", Sophie tuvo que aprender a ser una auténtica "royal". Al principio, los condes de Wessex metieron la pata en alguna ocasión. Aunque cueste de creer, el hijo menor de Isabel II vendió la exclusiva de las fotos de su boda, demostrando cierto afán dinerario que no le sentó nada bien a la soberana.
Hubo otro episodio poco afortunado. Sofía tenía su propia agencia de relaciones públicas, que había creado en 1996 y con la que pensaba seguir trabajando tras el enlace. Pero, en el 2002, fue víctima de una trampa cuando un falso jeque árabe, que resultó ser un periodista camuflado, mantuvo con ella una larga conversación, posteriormente publicada, en la que criticaba la política del primer ministro Tony Blair, al líder de la oposición y, lo peor de todo, en la que llegó a decir que la gente no quería que Camilla fuese reina. El resultado de esa polémica fue que traspasó la agencia a su socio, Murray Harkin, y se centró en su papel de "royal" y en construir una familia.
Sophie de Edimburgo: su discreción, lo que más le gustaba a Isabel II
Sofia con la primera dama de Ucrania, Olena Zelenska
Hay que recordar que no lo tuvo fácil, ya que sufrió varios abortos y, cuando pensaba que no podía tener hijos, se quedó embarazada de su hija, Louise Windsor. La niña nació en noviembre del 2003, tras un parto prematuro y tan complicado que hizo temer por su vida y la de su madre. A pesar de ese capítulo tan traumático, en el 2007, dio a luz a su segundo hijo, James.
Con su familia formada, la entonces condesa de Wessex –hoy, duquesa de Edimburgo–, ya adaptada a la vida en palacio, supo mantenerse en un segundo plano sin generar polémicas ni dejar de trabajar para la Corona ni para las 79 organizaciones benéficas de las que forma parte, algunas muy especiales para ella a nivel personal, como las del cuidado neonatal y las que se ocupan de la salud ocular (su hija Louise sufrió un severo estrabismo del que se operó en el 2014).
Por todo ello fue la nuera favorita de Isabel II, con quien, además, compartía grandes aficiones como la historia militar o la hípica. Incluso, según algunas fuentes, las dos "veían juntas películas bélicas antiguas los fines de semana".
Sophie Rhys-Jones: "Eduardo ha sido mi guía a lo largo de los años"
Sophie con su suegra, Isabel II, durante una prueba hípica, que era una de las grandes aficiones que compartían. La otra era la historia militar.
Gracias a Sofía, Eduardo, que tuvo un gran desencuentro con su familia cuando se negó a formar parte de la infantería de Marina para probar suerte en el mundo teatral y televisivo, acabó centrándose también en su trabajo en la Familia Real. Y desde entonces, los dos, desde la discreción y la humildad de reconocer sus errores, han consolidado una relación que es ejemplar.
Ahora, a punto de cumplir sus bodas de plata, Sofía le ha dedicado a su marido unas bonitas palabras que resumen su admiración por él y también su historia de amor. "Eduardo ha sido mi guía y me ha mostrado el camino a lo largo de los años. Me ha brindado mucha ayuda y consejos y sus conocimientos e instintos, perfeccionados durante décadas de servicio, son incalculables", dijo la duquesa.