El atentado sucedido el pasado 14 de julio contra el expresidente de los Estados Unidos Donald Trump dejó al mundo consternado. Aunque solo resultó herido en una oreja, aquello ha cambiado la vida del magnate. "El médico del hospital dijo que nunca vio nada como esto, lo llamó un milagro. Se supone que no debería estar aquí, se supone que debería estar muerto. Se supone que estoy muerto", dijo el candidato a la Casa Blanca en 'The New York Post'.