Exclusiva Pronto: Alberto y Charlene de Mónaco, en la playa con sus hijos
El matrimonio demostró una gran complicidad durante sus vacaciones familiares
Alberto y Charlene, relajándose en la orilla del mar.
Se dieron el "sí, quiero" el 1 de julio del 2011 y, a lo largo de estos 12 años, Alberto y Charlene no han podido evitar que, periódicamente, se hablara de crisis en su matrimonio. Si la ha habido en alguna ocasión, ahora ya no queda ni rastro, como evidencian las fotos en exclusiva que acompañan este reportaje.
El soberano monegasco y su esposa aparecen más afectuosos y cómplices que nunca. Antes de retomar los actos oficiales en el Principado, la pareja puso rumbo a Córcega, uno de los destinos favoritos de la exnadadora sudafricana, y allí disfrutaron del sol y del mar con sus hijos, los mellizos Jacques y Gabriella, de 8 años.
La familia también paseó acompañada por sus guardaespaldas.
Días de relax y diversión
Muy protegidos del sol, probaron una barca hinchable.
La familia llegó en un yate de 87 metros, propiedad de su amigo Bulat Utemuratov, un multimillonario de Kazajistán. Desde la cubierta se zambulleron en el agua para nadar y disfrutar de varias actividades acuáticas, como el paddle surf.
La familia de Alberto disfrutó a bordo del barco de su amigo Bulat.
Relajada y contenta, Charlene remó sobre la tabla llevando a sus dos hijos como pasajeros.
Alber y Charlene pasearon de la mano.
Tanto la pareja, que paseó de la mano, como sus dos hijos protagonizaron divertidas y tiernas estampas, como el momento de la entrada en el agua de Jacques mientras Gabriella se tomaba su tiempo.
Charlene y Alberto se mostraron más cariñosos que hace muchísimo tiempo.
Charlene, con los pequeños.
Después de que, entre finales del 2021 y mediados del 2022, la esposa de Alberto II pasara largo tiempo alejada de Mónaco a causa de sus problemas de salud (estuvo seis meses en Sudáfrica y otros cuatro en Suiza), la princesa se ha volcado en disfrutar de los suyos al máximo y ha apostado por pasar días con su marido fuera del Principado.
A la vista está que estos días de descanso le sientan de maravilla a su relación matrimonial, puesto que, como cualquier pareja enamorada, Charlene y Alberto se abrazaron y pasearon cogidos tiernamente de la mano.