Jaime Peñafiel: Felipe, Harald, Juan Carlos y otros «royals» con alma de marineros

«No hay duda de que los barcos son una pasión común entre la realeza», corrobora nuestro colaborador, Jaime Peñafiel. Prueba de ello, la Familia Real Española: «Desde el conde de Barcelona y su “Saltillo” a su hijo Juan Carlos con los “Fortuna· y su nieto Felipe con el “Aifós”… Amén de las infantas Elena y Cristina, que aprendieron a manejarse entre las olas desde su más tierna infancia en la escuela mallorquina de Calanova».

Lo que quizás no todo el mundo recuerda es que «la reina Sofía era una apasionada de la vela que a punto estuvo de participar en los Juegos Olímpicos de Roma, formando parte del equipo náutico que representaba a su país y que, en 1960, ganó su hermano Constantino».

Asimismo, en la Familia Real de Mónaco, «todos han tenido también relación con barcos, yates, veleros… De pequeños, tanto Alberto como sus hermanas, Carolina y Estefanía, gustaban de practicar esquí acuático. Y Stefano Casiraghi, marido de Carolina, falleció el 3 de octubre de 1900 cuando participaba con su embarcación en el Mundial de “offshore”, en la bahía de Montecarlo».

En cuanto a la Familia Real Inglesa, «poseían uno de los yates de Estado más importantes del mundo, el “Britania”, recientemente jubilado por el “Leander”, con el que la reina Isabel visitó Palma de Mallorca en el 2015».