El pomelo es un fiel amigo del hígado
El pomelo es un eficaz antiséptico digestivo y urinario que, además, actúa como un excelente depurativo. Si tienes el ácido úrico alto o el hígado congestionado, harás bien en llenar el frutero de pomelos. ¿La mejor época para consumirlo? Entre octubre y marzo.
El pomelo mejora la digestión, es rico en ácido fólico y un excelente depurativo. Además, rica en flavonoides, esta fruta mejora la salud cardiovascular, ayuda a bajar el colesterol, a fluidificar la sangre y a mantener el buen estado de las paredes de las arterias mejorando el control de la hipertensión (si es esta tu preocupación específica incluye también el sésamo en tu dieta).
Más por menos: el pomelo, más barato que el mango, supera su aporte en agua y potasio proporcionando la mitad de calorías. ¿Retienes muchos líquidos? ¿Quieres adelgazar? Apuesta por la primera fruta.