Pronto
Cerrar

Pilar Bardem, matriarca de un clan de actores

Se cumplen 3 años de la muerte de Pilar Bardem, una actriz icónica del cine y la televisión española, que dejó una huella imborrable con su talento y su pasión por la justicia social

La gran actriz falleció a los 82 años.

Ariadna Munuera

El mundo del espectáculo dijo adiós a una de sus mejores artistas y gran defensora de la cultura. Pilar Bardem fallecía el pasado 17 de julio de 2021 a los 82 años, dejando sumidos en la tristeza a todos los que la conocieron y admiraron. En Pronto.es queremos rendirle un sincero homenaje repasando su interesante vida.

Pilar Bardem nació el 14 de marzo de 1939 en Sevilla, donde sus padres –Rafael Bardem y Matilde Muñoz– estaban de gira teatral. Su hermano mayor, Juan Antonio, tenía ya 17 y su nacimiento supuso una gran alegría para la familia, que dos años antes había perdido una hija, Pilar, a causa de una meningitis tuberculosa. "Mi padre me crió con la certeza de que yo era dos personas. Y la que llevó más lejos ese convencimiento fue mi tía Guadita, que me llamaba Pili Pili", recordaba la actriz.

Pilar con sus tres hijos: Mónica, Carlos y Javier

El actor Agustín González fue el gran amor de su vida

A los tres meses su familia se trasladó a Barcelona y, finalmente, se instalaron en Madrid. Estudió en un colegio elitista, "fuera de las posibilidades reales de mi familia", diría en su autobiografía, "La Bardem", donde sacó los cursos con buenas notas. Vivió su infancia en el Madrid de la posguerra, que recuerda como una ciudad gris y silenciosa. "Por eso, entrar en mi casa era como cruzar el espejo de Alicia. El frío y el silencio acusador de la calle se transmutaban en el calor de mi familia, en el amor de mis padres y mi hermano y sus bromas. Eran dos mundos diferentes".

En su niñez feliz y despreocupada conoció a Fernando Delgado, Juanjo Menéndez y Agustín González, futuros actores, que iban al colegio Sagrada Familia, al lado de su casa. Con el último vivió, con el paso de los años y tras separarse de su marido, una historia de amor –mientras Agustín estaba con María Luisa Ponte– de la que ha dicho: "Fue el gran amor de mi vida. Con él conocí lo que es la pasión y el amor con mayúsculas. Una pasión así, con suerte, se tiene una vez en la vida".

 

Pilar Bardem estudió Medicina para irse a ayudar a la India

Cuando acabó el bachillerato, se matriculó en Medicina porque quería irse a la India para colaborar con la madre Teresa de Calcuta, influenciada por un sacerdote jesuita del colegio, que le descubrió "un mundo distinto, el del amor al prójimo y la solidaridad". Pero dejó la carrera en el tercer curso, cuando la pasarela se cruzó en su camino y empezó a desfilar para firmas como Herrera, Loewe y Balenciaga.

Pilar Bardem en su faceta de maniquí de pasarela.

"Fui maniquí tras asistir a un desfile de modelos con mi madre. La organizadora dijo: "Qué niña tan bonita y tan flaca". Se había puesto enferma una y me pidieron que la sustituyera. Me tomé la cosa en serio y, al año siguiente, dejé de estudiar para convertirme en modelo de pasarela", recordaba Bardem, quien no dejó de interesarse por los movimientos estudiantiles de protesta contra la dictadura y a favor de la justicia social que había descubierto en la facultad.

Otra cosa que descubrió allí fue el amor. En octubre de 1957, Pilar conoció a José Carlos Encinas Doussinague, un joven estudiante de Económicas con el que se casó el 24 de octubre de 1961. Fueron padres de tres hijos: Carlos (7 de marzo de 1963); Mónica (4 de mayo de 1964) y Javier (1 de marzo de 1969). En realidad, Pilar tuvo cuatro hijos, pero uno de ellos, también llamado Javier, falleció al poco de nacer, el 21 de noviembre de 1967. "La muerte de Javier me dejó sumida en un vacío tremendo", escribió la actriz en su biografía.

Con su hijo Javier, cuando éste era un niño.

Un marido violento, despótico e irracional

Pero su matrimonio no estaba destinado a ser feliz. Todo lo contrario. Fue una relación tormentosa que duró 12 años y en la que Pilar nunca supo a qué se dedicaba su esposo. Lo que sí conoció bien fue su agresividad. "De Carlos sólo veía unos prontos violentos, irracionales, cada vez más frecuentes. Una voluntad caprichosa y despótica", aseguró. Una vez, cuando ya se habían separado separación, se presentó en su casa con un arma para llevarse a los niños.

Conociendo las dificultades de la profesión por venir de una familia de actores, Pilar Bardem nunca pensó en dedicarse a la interpretación. Pero a los 26 años, tras actuar en las obras teatrales de la universidad, debutó en el cine con "El mundo sigue", de Fernando Fernán Gómez.

Pilar en toda su belleza de juventud.

Desde entonces, su carrera fue imparable y trabajó con directores tan importantes como Pedro Masó, Mariano Ozores, Pedro Lazaga y Rafael Gil, y protagonizó películas como "La Regenta" (1974), de Gonzalo Suárez; "La joven casada" (1975), de Mario Camus, y "Carne apaleada" (1978), de Javier Aguirre.

Su década prodigiosa en el mundo del cine le llegó en los 90, cuando trabajó en filmes como "Las edades de Lulú" (1990), de Bigas Luna; "Vacas" (1991), de Julio Medem, y "Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto" (1995), de Agustín Díaz Yanes, por el que ganó el Goya a la mejor actriz de reparto. La vimos en "Airbag" (1997), de Juanma Bajo Ulloa, y como chica Almodóvar en "Carne trémula" (1997).

En portada del filme “Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto”

Se desnudó, en una película, a los 71 años

En total, tenía un currículo con más de 80 películas. Entre ellas, "La vida empieza hoy" (2010), una cinta sobre el sexo en la tercera edad en la que la actriz se desnudó ante las cámaras a los 71 años, y "Rey gitano" (2017).

Si el cine ha sido importante en su carrera, no menos el teatro, ya que intervino en más de 40 obras, como "La piel de limón" (1976), de Jaime de Armiñán, y "Lisístrata" (1991), que interpretó en el teatro romano de Mérida.

También participó en más de 30 series de televisión. "Mi primer contacto con TV fue para hacer de azafata en un concurso que presentaban Tip y Coll y yo llevaba a los concursantes de aquí para allá. Más tarde pasé a representar “La verbena de La Paloma” en “playback” y a participar en un montón de revistas", explicó. Siempre dijo que su serie preferida fue "Kety no para", que rodó con Millán Salcedo y en la que era una portera. "Luego llegó “24 Horas”, con Luis Merlo y “Amar en tiempos revueltos”. En esa serie tuve una pelea desde el minuto cero con los productores por exceso de horarios, pero el papel, para una señora republicana como yo, era maravilloso".

En su faceta de luchadora por la justicia social y política.

La ideología política de Pilar era pública y notoria. Nunca escondió su lucha en favor de la justicia social ni sus compromisos con numerosas causas. "Soy de izquierdas y jamás he tenido un carnet de nada. Bueno, el de Comisiones Obreras cuando éramos clandestinos", explicaba la actriz, que siempre apoyó las luchas que consideraba justas: contra el capitalismo, la violencia de género, la guerra de Irak, el Toro de la Vega o en favor del pueblo saharaui. "Soy una mujer que ha luchado y siempre ha intentado hacer las cosas bien", declaró.

Pilar Bardem superó un cáncer de pulmón y otro de colon

En el año 2001, tras regresar de Hollywood – donde viajó para estar al lado de su hijo Javier, nominado al Oscar por "Antes de que anochezca"–, pasó dos veces por el quirófano en 40 días, para ser operada de un cáncer de pulmón y otro de colon.

Estuvo varias veces hospitalizada, como en el 2013, cuando ingresó en un hospital de Madrid por un enfisema pulmonar que la obligó a usar botella de oxígeno. Pero Pilar nunca se alejó de la vida pública y, como presidenta de la Asociación de Artistas Intérpretes, siguió peleando por los derechos de imagen de los actores y actrices de nuestro país.

Con el Goya que ganó por el filme “Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto”.

Recibió el premio a toda una vida del Círculo de Escritores Cinematográficos y asistió a la ceremonia con buen aspecto y acompañada su hijo Carlos. "Afortunadamente, aquí estamos, viviendo. Y disfrutando de los momentos buenos que te trae la vida al lado de los que te quieren", dijo entonces. Fue, hasta el final, una mujer positiva, risueña y enamorada de su familia, especialmente de sus nietos: Pablo (hijo de Mónica) y Leo y Luna (de Pe y Javier).

"Tenemos que dar amor a las personas a las que queremos. Porque dando amor se recibe amor", comentaba esta mujer fuerte y valiente.