Alejandra, la hija de Martín Pareja-Obregón estalla contra él: “Es un sinvergüenza”
Alejandra, la hija de 19 años de Martín Pareja-Obregón, ha hablado alto y claro en 'Y ahora, Sonsoles' de lo que siente por su padre
Alejandra, la hija de Martín Pareja-Obregón.
Pese a que en el año 2009 Martín Pareja-Obregón fue declarado padre legítimo de Alejandra, que lleva los apellidos del torero, este nunca se ha hecho cargo de ella y, recientemente, ha sido condenado por la justicia por abandono de familia.
Alejandra ya tiene 19 años, y ha querido acudir a 'Y ahora, Sonsoles' para, según ha explicado, "reivindicar el honor de su madre".
Y es que, pese a apellidarse Pareja-Obregón por pleno derecho, la joven no siente ningún aprecio por su padre, con el que nunca ha tenido relación.
Alejandra, la hija de Martín Pareja-Obregón: "Mi padre es un sinvergüenza y reniega de mí"
Alejandra, la hija de Martín Pareja-Obregón en 'Y ahora, Sonsoles'.
Alejandra ha desvelado en el programa de Sonsoles Ónega que a ella siempre le ocultaron quién era su famoso padre, que era "un tema tabú en casa", pero que se acabó enterando en el colegio.
La joven no quiere tener ningún tipo de vínculo con el torero, principalmente por cómo ha tratado éste a su madre desde el principio: "Hace poco vi una entrevista sobre lo feliz que le hacía ver a potrillos nacer en el campo. Cuando yo nací, mi madre le mandó una foto mía en el carro y le respondió 'deja de sacar al Nenuco'", ha explicado Alejandra, muy enfadada.
Alejandra, la hija de Martín Pareja-Obregón en 'Y ahora, Sonsoles'.
Alejandra Pareja-Obregón también ha desvelado que su padre jamás se presentó a ninguna de las visitas impuestas por el juez, que tenían lugar cada miércoles. "Si tienes un hijo no puedes quitártelo de encima como él ha hecho", ha reconocido.
Además, también ha hecho público que, aunque ella haya decidido hablar con los medios de su historia, el torero no puede contactarla porque tiene una orden de alejamiento: "No se puede comunicar conmigo en un plazo de 6 meses", ha explicado.
