Alessandro Lequio confiesa por qué ha decidido no hablar más de su hijo Aless
El conde se ha sincerado y ha tomado una radical decisión: nunca más hablará públicamente de su hijo, fallecido hace 3 años
3 años y casi 3 meses después del trágico fallecimiento de Aless Lequio a causa de un sarcoma de Ewing, Alessandro Lequio ha tomado una tajante decisión: no volverá a hablar públicamente de su hijo.
Así lo ha confesado en una reciente entrevista al diario El Mundo. El conde, sobrino nieto de Juan Carlos I, ha sido claro sobre el tema: "De mi hijo he decidido no hablar porque a él no le gustaría que lo hiciese. Ni de él ni de nada cercano a él", ha confesado Alessandro, superado por todo lo que se ha hablado del joven en los últimos meses, debido al uso por parte de Ana Obregón de su esperma congelado para concebir a su nieta mediante un vientre de alquiler.
Es cierto que, desde que conocimos que Ana se había convertido en abuela, Lequio ha sido el centro de todas las miradas ya que, biológicamente, Ana Sandra también es su nieta.
Alessandro guarda silencio sepulcral en todo lo relativo a Aless
El propio diario indica que, al resto de preguntas que, directa o indirectamente trataban sobre su hijo, Lequio declinó con educación a responder, consecuente con su decisión.
Pero el aristócrata no ha tenido reparos en hablar largo y tendido de él mismo y de su relación con la fama en nuestro país, que ya dura décadas. Sobre su condición de noble, Alessandro tiene claro que es algo que "fuera de la tradición familiar no vale para nada", y que su truco para gustar a la audiencia de 'El programa de AR' es "decir en todo momento lo que pienso".
Esta sinceridad de la que hace gala podemos verla cada día en el programa matinal de Telecinco, desde el que Alessandro no duda en sacar toda su artillería (y su ironía) contra los personajes de actualidad, como Victoria Federica, de la que ha dicho que no consigue entender su éxito, Georgina Rodríguez, a la que ha definido como "endiosada" y "maleducada", o el matrimonio de Tamara Falcó e Íñigo Onieva.