Ana Boyer: "A lo mejor nos lanzamos a por un hijo más"
A pesar de que Fernando Verdasco se ha retirado de las competiciones, la pareja ha decidido seguir viviendo en Qatar porque les parece una experiencia muy enriquecedora para sus tres hijos
La hija menor de Isabel Preysler compagina su labor como madre con el diseño de moda.
Ser a sus 35 años mamá de tres niños no le impide a Ana Boyer seguir desarrollando ciertas facetas profesionales, como la que comparte con su hermana Tamara Falcó, la del diseño. Así, hace unos días dejó a sus pequeños Miguel, Mateo y Martín junto a su papá para viajar a Madrid y presentar la nueva colección que ha creado para Trucco, donde tuvimos ocasión de hablar con ella sobre su vida en Qatar o los planes de futuro de su familia, ya numerosa.
“Los hermanos mayores han recibido muy bien al pequeño. No ha habido celos”
PRONTO: Se te ve feliz de vuelta a Madrid, aunque estáis encantados en Qatar. ¿Vuestra intención es seguir allí ahora que Fernando se ha retirado de la competición?
ANA BOYER: Nosotros allí estamos muy contentos, ¡y más ahora que hace 32 grados! Una vez Fernando se retirase teníamos que decidir si nos quedábamos o no, pero hemos pensado que los niños están muy felices en su colegio y les encanta, así que hemos decidido que nos quedamos porque aunque echamos de menos muchas cosas de Madrid estamos en un momento de nuestra vida en el que no nos cuesta estar fuera. Ya volveremos en un futuro.
P.: ¿Qué tal están los peques?
A.B.: Muy bien, los hermanos mayores han recibido muy bien al pequeño. No ha habido celos. Le adoran, al pobre le están dando besos todo el día, es un poco bebé juguete.
P.: ¿Ha cambiado mucho tu vida con tres niños?
A.B.: Sí, he notado mucho la diferencia. Antes con dos manos podía manejarme y ahora no, porque el pequeño ni gatea, así que estoy con él en brazos y los otros dos pueden conmigo.
Verdasco con uno de sus hijos en brazos.
P.: ¿Te has plantado ya con tres?
A.B.: No lo sé.
P.: ¿Quieres ir a por la niña?
A.B.: Si vamos, iremos mentalizados de que no nos importa que sea chico o chica. Pero no lo descartamos, a lo mejor nos lanzamos a uno más.
P.: ¿Fernando te ayuda mucho?
A.B.: Mucho, es muy niñero. Ejerce muchísimo de padre. Cuando tiene que hacer recados se lleva a los tres en el coche sin problemas, mientras que yo me agobio un poco.
Con su madre, Isabel Preysler.
P.: ¿Cómo es tu madre con ellos?
A.B.: Mi madre con ellos está como loca. Es verdad que consiguen lo que quieren con ella, es abuela consentidora, se divierte mucho con ellos, juega al escondite por casa... Le dan mucha alegría, ese ruido de tener niños en casa cuando vamos de visita la alegra muchísimo. Está feliz.
P.: Tamara también los adora, pero está deseando ser mamá, ¿tú le animas?
A.B.: Claro. Yo la veo muy tranquila, si viene bien y, si no, también. Porque a mí me encantaría tener más sobrinos.
Ana se dedica a la moda.
P.: ¿Qué planes profesionales tiene Fernando, ahora que está fuera de la canchas?
A.B.: Él tiene muchas ideas, este año ha estado entrenando a varios jugadores y ayudándoles. Le he dicho que, después de 20 años como profesional en el tenis, es bueno que se tome un tiempo para ver lo que es estar viviendo en una casa y no en un hotel. Y que se tome su tiempo de pensar qué es lo que le apetece hacer. Es un cambio gordo pero está feliz.
P.: ¿A Fernando le haría ilusión que alguno de vuestros hijos siguiera sus pasos?
A.B.: Creo que le haría ilusión, pero no presiona en absoluto. Ve que le gustan los deportes y es feliz. Pero sabe que es una vida sacrificada porque el tenis es un deporte muy individual.
P.: ¿Cómo se presenta la Navidad?
A.B.: Muy bien, los hermanos intentamos reunirnos pero estamos tan dispersos que no sé si este año podremos ir a Miami, o si nos dividiremos y nosotros estaremos en Madrid.