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La televisiva Ana Obregón llegó a la gala con un espectacular vestido blanco.

Redacción

La actriz Ana Obregón ha vivido el peor año y medio de su vida, pero si hay algo que no la ha dejado caer ha sido el cariño con el que se ha visto arropada y querida en sus momentos más duros. Prueba de ello, el reciente galardón que acaba de recibir, el premio Joan Ramón Mainat por su trayectoria televisiva. Todo ello en una gala en la que fue la absoluta protagonista. 

La actriz y "celebrity" llegó resplandeciente a la gala y al subir al escenario para recibir el premio, casi no le salían las palabras. "Muchísimas gracias, de verdad. De corazón. Ahora no sé si voy a poder hablar porque estoy muy emocionada. Pero sobre todo estoy muy, muy agradecida. Os puedo asegurar de corazón que para mí ha sido un privilegio trabajar durante, madre mía, casi cuatro décadas en mi pasión, en mi amor, en la televisión", comentó.

Recordó asimismo que "he tenido sobre todo la suerte de trabajar con equipos maravillosos. Con ellos quiero compartir este premio".

"Este premio es para mi mamá y para ti, Álex"

Tras los aplausos, prosiguió diciendo: " Yo nunca imaginé estar aquí. Y lo que queda... Sé que voy a tener fuerzas para seguir". Luego, pronunció la parte del discurso más emotiva: "Esta noche hay dos personas que estarían… que están muy orgullosas de mí. Esas dos personas son mi madre y mi hijo. Este premio es para mi mamá y para ti, Álex".

Aquí puedes ver ese emocionate momento:

Ana Obregón: "Gracias por acompañarme en este año tan difícil"

Y acabó dando las gracias a todos los que la han apoyado, "pero sobre todo a TVE porque ha confiado en mí durante tantísimos años. Y a esos espectadores que están en casa y que encienden la televisión porque gracias a ellos estamos todos aquí. Gracias a todos por acompañarme en este año tan difícil".

Tras recibir el premio de manos de Boris Izaguirre, Ana Obregón protagonizó un momento singular sobre el escenario que, para muchos, pasó desapercibido. Y es que, de forma accidental, su espectacular vestido blanco se desgarró en el lateral dejando a la vista la ropa interior. Ana, disimulando como sólo una profesional sabe hacer, se agarró la falda estratégicamente y posó con su premio como si nada.

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