Ana Obregón: todos los cambios de su vida actual
La presentadora está comenzando una nueva etapa con su vuelta a la televisión y la venta de su casa
Ana Obregón ha vuelto a la TV.
El transcurso del tiempo, imparable, es el mejor maestro para aprender a vivir con las ausencias. Y Ana Obregón, que perdió a su hijo Aless en mayo del 2020, ha sido una buena alumna. Cuatro años después de esa tristísima pérdida y gracias al mayor legado del joven, la pequeña Ana Sandra, su hija póstuma –nacida por gestación subrogada–, la presentadora, que la adoptó el año pasado, vuelve a sonreír.
Ana Obregón vuelve a la televisión
Ana ha empezado a colaborar semanalmente en el programa de Sonsoles Ónega, a la que admira por su cercanía.
Cada nueva palabra que pronuncia su nieta, cada mirada y cada paso que da quiebran un poco más la oscuridad que impregna el corazón de Ana y hacen que la bióloga esté recuperando el ánimo y las ganas, de mirar, no constantemente al pasado, sino también hacia adelante, al futuro. Por la niña y, sobre todo, por la memoria de su hijo Aless.
Prueba de esta nueva e ilusionante etapa es que ha decidido, después de dos años, volver a la televisión, su medio favorito y en el que ha hecho casi de todo.
La presentadora y su hijo en la piscina de El Manantial, la casa que construyó su padre en los años 70 y que vemos a la derecha.
Así, el 4 de septiembre debutó como colaboradora en 'Y ahora Sonsoles' (Antena 3 TV), que también ha fichado a María José Suárez y a María del Monte. "Me encanta estar en este programa porque tratáis temas muy complicados con respeto y con la veracidad de la información, sin amarillismos", le dijo Ana a Sonsoles, después de que el público, en pie, le dedicara una larga ovación cuando entró en el plató. En 'YAS', Ana no estará en el corrillo de temas de corazón, como algunos podrían pensar, sino en la sección de 'Medicina y ciencia', aunque en su estreno quiso participar en una entrevista con un hombre, Luis, al que habían diagnosticado un tumor cerebral y que al día siguiente empezaba el tratamiento de quimioterapia.
Casa de Ana Obregón en Mallorca
Esta conmovedora historia emocionó a la bióloga, que, animándole a no perder la esperanza, le dijo: "Tienes que pensar, como le decía yo a mi hijo, que cada día que te levantes es un día más y cada sesión de quimio es un sufrimiento menos. Y tienes que rodearte de amor, es importantísimo". Y, antes de acabar su intervención, en un gesto lleno de empatía por su parte, se comprometió a financiar los gastos de la operación a la que Luis tendrá que someterse, a través de la Fundación Aless Lequio, que recauda fondos para potenciar la investigación contra el cáncer.
Ana Obregón vende su casa de Mallorca
Ana con sus padres y su hijo
Aparte de su regreso televisivo, otro cambio en la vida de Ana, éste muy especial, es que ella y sus hermanos han puesto a la venta la residencia mallorquina de la familia, El Manantial.
La casa es mucho más que un lugar de descanso. En este escenario, con 8.000 metros cuadrados de terreno, espectaculares vistas al mar, pista de pádel y una maravillosa piscina, los García Obregón han pasado momentos inolvidables y Ana ha protagonizado algunos de sus célebres posados veraniegos. Para ella, esta finca, construida por su padre, atesora muchos recuerdos relacionados con la infancia y la juventud de su hijo, para quien El Manantial siempre fue su residencia favorita. Por eso, según Ana, le pidió que nunca se desprendiera de la casa.
Pensando en el bienestar de su nieta
Ana con su nieta Ana Sandra
Ahora, ella y su familia –molestos porque la noticia haya trascendido a los medios– van a hacerlo. Tras la muerte de Aless y, después, la de sus abuelos, El Manantial ya no es lo mismo, y, por otro lado, los costes de mantenimiento de una finca de estas características, que sólo disfrutan en verano, son muy elevados. ¿Y cuál es el precio de venta de la casa? Se dice que rondaría los 35 millones de euros.
La verdad es que al principio, Ana dudó, no lo vio claro y no le pareció buena idea deshacerse de la casa. Pero también es cierto que ahora, a los 69 años, tiene una razón de peso para hacerlo, su nieta Ana Sandra.