Ana Rosa: “He necesitado 16 sesiones de quimio, 15 de radio y dos operaciones”

Ana Rosa Quintana se emocionó cuando volvió a pisar el suelo de su querido plató y fue recibida por su compañero, Joaquín Prat, que también se dejó llevar por sus sentimientos cuando la recibió tras una ausencia de casi un año.

La responsable de 'El programa de Ana Rosa' comenzó su espacio con un saludo muy especial. “Buenos días, y espero que siga habiendo muchos más días diciendo los buenos días. Y como decíamos ayer, les dije que nos veríamos pronto. A mí la verdad es que se me ha hecho un poquito largo, pero ya estoy aquí. Así que buenos días”, dijo esbozando una amplia sonrisa.

Y después, en ese primer día de su vuelta al trabajo, Ana Rosa recibió a los periodistas cara a cara para charlar con ellos acerca de cómo se ha enfrentado a este segundo cáncer en su vida.

“Durante el tratamiento he llevado una vida muy activa”

PRONTO: Ana Rosa, estamos felices de verte de nuevo y tan bien. ¿Cómo te has preparado para la vuelta a la rutina y a los madrugones?

ANA ROSA QUINTANA: Prácticamente todo el tiempo he madrugado, porque en los 17 años que tienen mis hijos nunca los había visto irse al colegio, y me he levantado todos los días para poder desayunar con ellos. Durante el tratamiento he llevado una vida muy activa, he caminado muchísimo cada día (cerca de 10 kilómetros), he hecho entrenamiento, preparándome para soportar el tratamiento.

P: ¿Qué es lo que más has echado de menos estos once meses?

A. R. Q.: Mi libertad, que lo incluye todo: poder venir, poder ver a mis amigos, a mi gente… Yo nunca había estado tanto tiempo sentada en un sofá, aunque he hecho ejercicio. Se me ha hecho largo. Pero he leído, he visto series y la tele.

“Ha sido más grave que mi primer cáncer”

P: Éste ha sido tu segundo cáncer, ¿has sentido más incertidumbre y más miedos que con el primero?

A. R. Q.: Es que ha sido mucho más grave que el otro. Éste ha sido un cáncer para el que he necesitado 16 sesiones de quimioterapia, 15 de radioterapia y 2 intervenciones, incluidos parte de los ganglios linfáticos. Ha sido mucho más serio, por eso, ahora, creo que hay que tener mucho cuidado con el lenguaje, no crear falsas expectativas en los demás y saber que he terminado el tratamiento –y gracias a Dios me encuentro bien– pero yo no estaré curada hasta dentro de un tiempo. No sé si dentro de 5 años me darán el alta.

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