Si unos desalmados no hubieran decidido acabar con su vida, Anabel Segura tendría 53 años. Pero el 12 de abril de 1993, mientras corría por la urbanización Intergolf de La Moraleja, en Alcobendas (Madrid), dos hombres desesperados por las deudas, Emilio Muñoz y Cándido Ortiz, la raptaron en una furgoneta con la intención de pedir un rescate.