A sus 32 años, Andrea, la hija de Lydia Bosch y Miki Molina no ha optado por la vía rápida de la fama, dedicándose a las redes sociales como otros hijos de famosos de su generación., Ella decidió estudiar magisterio a los 18 años y, tras terminar la carrera, sintió la presión social de seguir los pasos artísticos de su familia y probó suerte como actriz en algunas series de televisión. Pero no pasó mucho tiempo hasta que la joven se dio cuenta que estar delante de las cámaras no es lo suyo, y optó entonces por una profesión que, si bien no sale del mundo artístico que lleva en los genes, tampoco la pone en el centro de las historias., Y es que, desde hace año y medio, Andrea Molina se gana la vida como representante de artistas.