Después de varias semanas de silencio, Bárbara Rey ha dado un golpe sobre la mesa para defenderse de los ataques que ha recibido desde que se sinceró sobre la depresión que padece. Concretamente, la vedette ha entrado a través de una llamada telefónica en 'Fiesta' para responder a Saúl Ortiz después de que él cuestionase si tiene, o no, esta enfermedad.Aurelio Manzano había sido el encargado de revelar, durante la tarde del domingo, que ella estaba atravesando un momento tan complicado que había tenido que recurrir a la medicación, pese a que su hijo Ángel no ha vuelto a aparecer en un plató: "está muy deprimida, todo el escándalo de su hijo ha podido con ella y se ha venido abajo", afirmó el colaborador caraquense. Ahora, ella ha decidido dar la cara.