Belén Rueda nos explica cómo es su hija, actriz como ella
La actriz vuelve a trabajar dirigida por su exmarido, el realizador Daniel Écija, en una serie sobre una historia que retrata los años gloriosos de la "jet-set" marbellí
"No hay que vivir con miedo"
PRONTO: ¿Si te llama el padre de tus hijas, tu ex, lo dejas todo y le dices "sí"?
BELÉN RUEDA: La verdad es que me habló del proyecto y cuando leí el guion dije: "Dios mío, ¡pero si ya lo habéis contado todo en el primer capítulo!". El ritmo de la serie es trepidante y las protagonistas son dos mujeres muy atractivas, pero con los mismos miedos que todo el mundo.
P.: ¿Cómo ha sido tu relación con Hiba? Porque hoy te hemos visto jugando con sus dos niños.
B.R.: Hiba es maravillosa. Habíamos coincidido en "Madres", pero no habíamos rodado juntas. Es divina, trabajadora y una mujer de armas tomar, porque la vida la ha empujado a eso.
P.: Belén, hace un tiempo tuviste un susto de salud. ¿Ahora te cuidas más a la hora de trabajar?
B.R.: Algo así te hace reflexionar, lógicamente. Gracias a Dios, no me pasó nada. De hecho, mi neurólogo me dice que ahora estoy mejor que antes porque me descubrieron un aneurisma y me operaron, si no, me hubiera dado un ictus gordo. El neurólogo me dijo: "Haz una vida normal", y le contesté. "¿Normal?". Y sí, paras un poco, pero durante un tiempo limitado. Yo ahora estoy con la gira de "Salomé", donde me ponen boca abajo. Y no sé dónde va a ir el estent que tengo en la cabeza, lo mismo me lo encuentro un día en el suelo… Pero no hay que vivir con miedo.
"Me encantaría trabajar con mi hija"
P.: Hemos visto a tu hija en este Festival, estarás orgullosísima de su trayectoria como actriz.
B.R.: Sí, yo la veo en la serie "4 estrellas" y digo: "¡Guau!", porque su personaje es muy diferente a cómo es ella, hace un papel de persona mandona y estricta y ella no lo es para nada. Ella es superchill y relajada.
P.: Ella dice que tú sólo le das consejos cuando te los pide, que su padre, Daniel, le da más.
B.R.: Ja, ja, ja. A mí me parece que hay un momento en el que tiene que volar. Cuesta cortar el cordón.
P.: ¿Te gustaría trabajar con ella?
B.R.: Cuando Belén empezó, yo no quería. Por ella, porque tiene que hacerse un hueco. Pero ahora que ya tiene un recorrido y una seguridad, sí que me encantaría.