Belinda Washington: "Cuando era azafata, me gustaba vacilar a los pasajeros"
A punto de cumplir 60 años, compagina la televisión con el resto de sus numerosas ocupaciones
El regreso de Belinda Washington al primer plano televisivo como colaboradora del programa ‘Así es la vida’ nos ha devuelto a una de las comunicadoras más populares de la pequeña pantalla.
PRONTO: Ahora te mueves en el mundo de los famosos. ¿Tienes filias y fobias, personajes más queridos u odiados?
BELINDA WASHINGTON: Me caen todos bien… Con sus sombras y sus luces.
P.: ¿En los 60 años que estás a punto de cumplir han primado las luces sobre las sombras?
B.W.: Casi todo ha sido bueno y hasta lo malo te enseña. Me siento muy agradecida por mi vida personal, los trabajos que he podido hacer, tanto como presentadora como siendo pintora, actriz o cantante. Todo me ha traído una gran felicidad. Cualquier cosa que me he propuesto la he llevado a cabo… Con una mezcla de testarudez, perseverancia, trabajo y humildad.
P.: Jesús Hermida fue tu maestro televisivo.
B.W.: Recuerdo que al conocerme me dijo que tenía que madurar porque me veía muy infantil y, a día de hoy, espero que esa parte siga viva en mí. Siempre he sido muy inocente en muchas cosas, y, como profesora de Interpretación, animo a mis alumnos a que tengan muy presentes a los niños que llevan dentro.
P.: Madonna te llamó bruja durante una entrevista.
B.W.: Algo percibiría en mí, porque me calificó de reina de la brujería, ja, ja, ja.
P.: Una de tus parejas profesionales más queridas fue Chapis. Sus adicciones le pasaron factura. ¿Sabes cómo se encuentra ahora?
B.W.: Desgraciadamente, no sé nada de ese gran amigo. No le localizo. Espero que esté bien, se lo deseo de todo corazón.
38 años de feliz relación con su marido
P.: ¿Qué es la ‘Washington band’?
B.W.: Mi grupo musical. Canto jazz en inglés, francés y castellano… En la vida no hay que ponerse límites.
P.: ¿Tienes más proyectos?
B.W.: Sí, estoy escribiendo una novela titulada ‘Libertad’ y habla de todos los aspectos de la misma.
P.: Antes de entrar en la tele presumías de ser "una azafata ligona".
B.W.: Es que me gustaba mucho vacilar con los pasajeros del avión, pero eso acabó cuando Luis llegó a mi vida hace ahora 38 años, 30 de ellos casados.
P.: ¿Qué tiene tu marido que te ata tanto a su lado?
B.W.: A mí no me ata nadie. Una de las palabras que me definen es libertad. Estamos juntos porque nos queremos y deseamos fomentar nuestra unión. Y, si algún día la cosa se tuerce, seguiremos caminos distintos.
P.: A estas alturas dudo que eso pueda ocurrir.
B.W.: Nadie sabe lo que puede pasar… Lo cierto es que los dos trabajamos mucho y, cuando nos vemos, parecemos novios.