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El marido de Irene Rosales cumplirá 37 años el próximo 9 de febrero. 

C.A.

Desde que contrajo matrimonio con Irene Rosales, Kiko Rivera ha evidenciado una gran metamorfosis en su fisonomía. Sus problemas de salud derivados del sobrepeso le llevaron hasta la mesa de operaciones, donde le sometieron a una cirugía gástrica que le permitió perder casi 50 kilos y mejoró su estado de general. Nada tiene que ver el hijo de Isabel Pantoja que los espectadores vieron en ‘Supervivientes’ hace nueve años con el de la actualidad. Te invitamos a conocer la enorme transformación física de Kiko Rivera.

 

Kiko Rivera de joven y con pelo

 

 

Toda la vida del DJ ha sido pública, desde su llegada al mundo hasta el último viaje de vacaciones a Canarias con su familia. A lo largo de sus 36 años de vida, los espectadores y lectores han sido testigos de los cambios físicos del hijo de Isabel Pantoja. Han conocido a un Kiko Rivera joven y delgado, incluso con pelo, pero también fueron testigos de su enorme aumento de peso y la posterior bajada de la báscula animado por su mujer, Irene Rosales.

 

La gordura no lo vi ningún impedimento en nuestra relación, me conquistó su personalidad y el corazón que tiene”, confesó la mujer de Kiko a Bertín Osborne. “Yo he sufrido mucho su gordura por la salud”, continuó Irene, a lo que el hermano de Cayetano Rivera añadió la imposibilidad de moverse o hacer cosas que le gustaban. “Nos fuimos a Roma y lo único que conocí fue la recepción del hotel y la cafetería. Si yo pesaba 140 kilos”, señaló el productor musical.

 

Kiko Rivera, de ‘Supervivientes’ a la actualidad

 

 

Precisamente los ataques de gota derivados del sobrepeso fueron los responsables de su abandono de ‘Supervivientes’ en 2011. “A partir de ahora voy a cuidarme”, prometió el hijo de la tonadillera. “Llevo ya diez años así. El doctor me ha leído la cartilla y voy a cambiar de vida y cuidarme. He vivido demasiado bien”, le comentó a Jorge Javier Vázquez.

 

Su participación en el reality de Telecinco supuso en Kiko Rivera un antes y después en su toma de conciencia del grave problema de salud que padecía. Pero sus intentos por bajar de peso fueron en vano. El hermano de Francisco Rivera seguía viviendo una vida de excesos y de largas noches de trabajo y fiesta que eran incompatibles con la vida sana que pretendía.

 

Kiko Rivera, malla gástrica y el efecto rebote

 

 

En 2017, animado por su esposa y tras dejar en el pasado todas sus adicciones, Kiko decidió tomarse en serio el plan de adelgazamiento y se puso en manos de médicos para poder hacerlo realidad. A mediados de 2017, el compositor de sometió a una cirugía gástrica en la Clínica Bruselas, intervención que compartió en redes y cuyos resultados empezaron a ser evidentes muy poco tiempo después.

Este es el resultado. 42 kilos separan un año de otro”, comentó el artista junto a una imagen en la playa en bañador, donde se evidencia el enorme antes y después del cantante. “Estoy muy feliz porque me ha cambiado la vida, no solo estéticamente, también por salud”, comentó.

 

La malla gástrica no es milagrosa. A la intervención hay que sumar un cambio de hábitos que incluye no solamente la eliminación de grasas en todo lo posible, sino también comer con calma, no tomar bebidas alcohólicas ni carbonatadas, compaginado con el deporte, que desde que Kiko Rivera era joven no había practicado.

Sin embargo, el relax del que ha disfrutado junto a Anabel Pantoja y su familia le han procurado algún kilo de más. El temido efecto rebote es una realidad a la que asegura pondrá freno. El DJ prometía en redes sociales volver a recuperar la dieta y retomar sus entrenamientos.

 

Kiko Rivera, pasión por los tatuajes

 

 

Una de sus grandes pasiones es el grabado de piel en tinta. Kiko Rivera es un apasionado de los tatuajes y tiene su cuerpo ilustrado con dibujos de fotografías junto a su padre, un rostro de su madre, el ojo de su hija Ana en el dorso de su mano, unas herraduras con las iniciales de sus pequeñas, sin olvidar el dedicado a su hijo mayor.

“Ya os tengo en mi pecho a mis dos ángeles. Mis dos hijas. Aunque tenga a mi hijo tatuado en el brazo también está en ese dado que simboliza a los tres. Ellos son mi razón de vivir”, comentó el hijo de la cantante andaluza

No tiene intención de parar y asegura que todavía queda mucha piel en la que ilustrar momentos importantes de su vida. Entre sus favoritos se encuentra Diego Fernández, un experto en tatuajes realistas y uno de los mejores expertos sevillanos.