Camilo Blanes, muy dolido con todo lo que se está diciendo de él
El hijo de Camilo Sesto, se ha mostrado dolido por lo que se dice sobre su salud mental desde que se cambió de identidad
Camilín con su nuevo aspecto como Shelaw, como le gusta que le llamen.
Camilo Blanes ha hablado tras las especulaciones que, desde hace tiempo, se están realizando sobre su actual y preocupante estilo de vida, que él mismo se encarga de retransmitir en sus redes sociales. “Estoy muy feliz y contento”, declaraba a Europa Press hace unos días el hijo de Camilo Sesto, confesando que todo lo que se está diciendo sobre él le está afectando.
“¿Máxima preocupación? No sé. Las palabras me duelen ya”, revelaba Camilo Blanes a las puertas de su casa con su nuevo aspecto, vestido de mujer y con peluca, y afirmando que ahora prefiere que se dirijan a él con el nombre de Shelaw y no como Camilín. “Es un nombre aborrecible. Y no porque no me guste ser hijo de mi padre, que siempre lo será. Más que nada porque me parezco a él a morir”, explicaba.
Padre e hijo tenían muy buena relación, según Camilín.
Camilo Blanes sobre su padre: “Ya no le sirvo para las fotos”
Lo cierto es que padre e hijo son dos gotas de agua, sobre todo cuando Shelaw se dedicaba a la música en su México natal y ofrecía conciertos tributo a su padre, al que siempre ha querido y admirado. Su porte, cara y, sobre todo, sus bonitos ojos azules, recordaban al joven Camilo que tanto éxito y pasión despertaba entre fans de todo el mundo. Y eso, según Lourdes Ornelas, madre de Camilo Blanes, le suponía una gran carga. Eso sí, él nunca ha hecho ningún comentario a este respecto y siempre ha sido muy respetuoso y cariñoso cuando se ha referido a su padre.
“Quiero dejar claro que la relación con mi padre era muy buena y cercana”, declaraba a los medios cuando el artista falleció, en septiembre del 2019. El joven se convirtió en su heredero universal y se comprometió a velar por el legado de su padre, con el que vivió durante su infancia y adolescencia, tanto en Madrid como en Miami. Durante esa época era corriente ver a ambos en revistas del corazón y entrevistas en televisión, donde se les veía felices y muy cómplices. Pero, a los 18 años, volvió a México para vivir con su madre. “Ya no le sirvo para las fotos”, afirma Lourdes que le dijo Camilín sobre su progenitor.
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