Cari Lapique toma una dura decisión tras la muerte de su hija y su marido
La socialité ha adoptado medidas con respecto a la residencia malagueña donde ha ocurrido todo
Cari Lapique está devastada tras la pérdida de dos de sus personas más importantes.
Cari Lapique está atravesando uno de los momentos más difíciles de su vida. En menos de un mes, la socialité ha perdido a su esposo, Carlos Goyanes, y a su hija mayor, Caritina, quienes murieron repentinamente a causa de infartos en la casa familiar de Marbella. Un doble golpe que ha sumido a Cari en un profundo duelo.
No le ha quedado otra opción
Carla Goyanes, Cari Lapique y su hermana Miriam a su llegada a la misa funeral en memoria de Caritina Goyanes
Tras estas tragedias, la casa de Marbella, que durante años fue un refugio de felicidad para la familia, se ha convertido en un lugar cargado de dolorosos recuerdos. Desde ese momento, Cari Lapique ha tomado la difícil decisión de no regresar a esa residencia.
Según fuentes cercanas, la idea de volver al lugar donde ocurrieron estas pérdidas es insoportable para ella, lo que la ha llevado a considerar deshacerse de la propiedad para siempre.
Cari Lapique y Carla Goyanes a la salida de la Capilla de Guadalmina de San Pedro de Alcántara, en la localidad malagueña de Marbella.
Tras la muerte de Carlos Goyanes, Cari Lapique decidió trasladarse a la casa de su hermana Miriam en Mallorca, buscando un cambio de aires que la ayudara a sobrellevar su duelo mientras organizaba el funeral de su esposo.
Sin embargo, mientras se encontraba en la vivienda mallorquina, recibió una devastadora llamada de su yerno, Antonio Motos, informándole que su hija Caritina también había fallecido repentinamente en Marbella debido a un infarto. Una trágica noticia que sumó un dolor inimaginable al ya difícil momento que estaba atravesando.
El abrazo de la familia de Caritina Goyanes.
Por ello ahora, rodeada de su familia, Cari Lapique intenta reconstruir su vida lejos del lugar que asocia con tanto sufrimiento y del que se replantea deshacerse. Aunque la decisión de no regresar a Marbella es comprensible, marca un antes y un después en la vida de la socialité, quien tendrá que afrontar un futuro sin dos de sus seres más queridos.