Carme Elías planta cara al Alzheimer explicando su emotiva y durísima historia
La actriz ha escrito un libro sobre su día a día con la enfermedad y espera que su experiencia ayude a otras personas en la misma situación
Cuando le diagnosticaron esta enfermedad, la del olvido, Carme Elías decidió contar su día a día conviviendo con ella en el libro 'Cuando ya no sea yo' (Editorial Planeta), un acto de coraje en momentos tan duros. Pero abordó esta tarea con entusiasmo y el resultado impresiona.
Prueba de ello es la buena acogida que tuvo el pasado Día del Libro, cuando estuvo firmando cientos de ejemplares en el centro de Barcelona, mientras sentía el cariño de su público.
"Al principio, sentí alivio; luego, lloré"
PRONTO: ¿En qué momento sonaron las alarmas?
CARME ELÍAS: Hacía tiempo que tenía dificultades a la hora de interpretar papeles en el teatro y en el cine. Eso me angustiaba. Se suponía que era estrés. Pero yo sabía, dentro de mí, que aquello que experimentaba era otra cosa. En un rodaje con la directora y gran amiga mía Claudia Pinto, no pude interpretar un monólogo muy corto y que no debería haberme costado hacerlo sin interrupciones. Tras aquello, las pruebas médicas posteriores determinaron que tenía principio de Alzheimer.
P.: ¿Cómo reaccionaste ante el diagnóstico?
C.E.: Primero sentí alivio porque lo había pasado muy mal al no saber qué me sucedía, pero luego sentí miedo, lloré y hablé con los míos para contárselo. Celebré saberlo porque necesitaba respuestas, pero fue muy difícil pensar en lo que me esperaba. Tocaba asimilarlo.
P.: ¿Consideras un éxito personal contar tu historia?
C.E.: Me costó y dudé, pero he contado siempre con el apoyo de mi familia. Después de consultarlo con ellos, lo dije en el Brain Film Fest. Para mí, explicar que tengo Alzheimer ha sido un gran éxito personal por la repercusión que ha tenido, he recibido y recibo muchísimo cariño y me he sentido aliviada. Decidí contarlo porque consideré que mi experiencia podría ayudar a otras personas en la misma situación que yo y a quienes están a su lado.
P.: ¿Consigues vencer al miedo?
C.E.: Me siento serena, aunque haya días más complicados en los que pueda sentirme más baja de ánimos. En cualquier caso, para vencerlo por lo que pueda venir, me aferro al presente.
P.: ¿Cómo es tu día a día?
C.E.: Paso mucho tiempo en casa y muy a gusto. Tras el diagnóstico decidí dejar de trabajar, así que llevo una vida tranquila. Paseo a mi perrita, Niva, por mi barrio, voy a Pilates, escribo, porque me siento muy creativa, cocino, leo poesía… Disfruto de todo esto mientras pueda.
Llama "mi amigo Al" a la enfermedad
P.: Sé que te preocupa la idea de no tener una muerte digna.
C.E.: Eso, más que una obsesión es un deseo que sé que se hará realidad. Siempre que tengo la ocasión lo menciono. Así lo he transmitido en el libro, aunque entiendo que haya personas que no lo compartan. Respeto todas las creencias, pero también quiero que respeten las mías. Mi familia lo sabe.
P.: Le has puesto nombre a la enfermedad.
C.E.: Sí, la llamo "mi amigo Al". Porque con los enemigos estás en una pelea constante y no quiero eso en mi vida. Prefiero considerarlo un amigo, ya que debo convivir con él a diario. Y hasta el final.