Carmen Lomana: "Sufrí mucho por no poder tener hijos"
Carmen Lomana se define como "bohemia, libre y rebelde" y, ahora, en sus memorias, nos habla de su vida y de cómo se ha convertido en una socialité imprescindible en cualquier evento que se precie
Carmen Lomana confiesa que su historia de amor con Guillermo empezó con un flechazo en un club de jazz.
Las memorias de Carmen Lomana, 'Pasión por la vida', presentan a una mujer con grandes vivencias, desde la niña a la que sus amigos llamaban “la promesa”, porque si ya era tan guapa a sus 13 años, cómo sería después, a la joven que “vio” a la Virgen en Garabandal.
La que reunió en su puesta de largo a personajes como Orson Welles, Lola Flores, Antonio Ordóñez y Luis Aguilé, la que perdió su virginidad en el asiento trasero de un coche, o la que se casó apenas seis meses después de conocer al gran amor de su vida. Hoy tenemos delante a uno de los personajes más mediáticos de la vida social española.
La infancia de Carmen Lomana
Carmen Lomana de niña
PRONTO.: ¿Cómo recuerdas tu infancia?
CARMEN LOMANA.: Maravillosa. Muy feliz, mucho cariño, todo era bonito. Si me hubieran dicho entonces que iba a sufrir mucho, que no podría tener hijos… Una vez le dije a mi madre que si no tenía descendencia sería la mujer más desgraciada del mundo. Sufrí un embarazo extrauterino, el médico, que era una bestia, me cortó las trompas, me causó un dolor tremendo. Usando la ciencia hice cinco fecundaciones in vitro que no surtieron efecto y casi me destrocé la salud.
P.: ¿Te causó un trauma?
C.L.: Llegó un momento en el que me dije: soy una mujer sin hijos, pero no una letrada que se pasa el día lamentándose de su desgracia.
Con su madre y su hermana.
P.: ¿Qué experiencia sobrenatural viviste en Garabandal?
C.L.: Fui con mi madre a visitar ese lugar en el que decían que unos niños veían a la Virgen y al arcángel San Miguel. En lo alto de la montaña vimos un fuerte resplandor y mi madre me dijo: “estamos viendo algo sobrenatural, ahí está la Virgen”. Nos quedamos impactadas. Todos los presentes nos pusimos a rezar…
Carmen Lomana de joven
P.: ¿Eres una mujer muy devota?
C.L.: Creo que hay que tener fe. Porque, si no, la vida sería terrible.
P.: ¿Quién fue tu primer amor?
C.L.: Yo era muy pequeña y me gustaba mucho un chico alemán que se llamaba Konrad. Y luego me enamoré muchísimo del hermano de una amiga mía que era futbolista.
Carmen Lomana y su bonita historia de amor con Guillermo Capdevila
Carmen Lomana con Guillermo Capdevila el día de su boda.
P.: Te fuiste a vivir a Londres y allí encontraste a tu gran amor…
C.L.: Sí, a Guillermo Capdevila. Fue un flechazo, y nos casamos a los seis meses de conocernos en un local de jazz.
P.: ¿Qué te conquistó de ese hombre?
C.L.: Era muy guapo, inteligente, un brillante ingeniero industrial, desde que empecé a hablar con él todo lo demás desapareció. Me di cuenta de que iba a ser el gran amor de mi vida.
Carmen Lomana se casó con Guillermo Capdevila seis meses después de conocerse. "Fue un flechazo", dice.
P.: Él era padre de una niña.
C.L.: Había dejado embarazada a una mujer chilena, Guillermo nació en ese país, le dio sus apellidos pero no quería conocerla. Es una historia muy privada en la que no voy a entrar.
Carmen Lomana: "Me quise suicidar"
P.: La muerte prematura de Guillermo te dejó desolada.
C.L.: Me destrozó la vida. El peor episodio de mi vida. Su muerte me creó una cicatriz que tardé años en cerrar. Me sigo acordando mucho de mi marido, le llevo en mi corazón. Es que no quería vivir, tuve que recurrir al médico porque me quise suicidar. Pero para hacerlo había que ser muy valiente y yo no lo era.
P.: Y se te pasó por la cabeza meterte en un convento.
C.L.: Quise meterme a monja, pero la madre superiora del convento me dijo que yo no tenía vocación. Habíamos hablado las dos durante una hora y no me vio aptitudes para entrar. Es que no le nombré a Dios ni una sola vez.
P.: Te hemos visto unida a algunos hombres en los últimos años…
C.L.: Pero nunca he sentido por ellos el gran amor que sentía por Guillermo, estuve ilusionada, les tenía cariño y nada más. La prueba es que no me quise casar con alguno.
Carmen Lomana: "Ágatha Ruiz de la Prada no está muy bien"
P.: La gente piensa que eres muy pija. ¿Te molesta?
C.L.: Yo me considero bohemia, libre y rebelde. Tengo un sentido enorme de la justicia y me rebeló casi todos los días por algo. Y me gusta la gente bohemia chic e intelectual.
P.: ¿Puede ser la frivolidad un arma de supervivencia?
C.L.: La frivolidad es inteligencia para poder vivir. Lo que no se vincula a la superficialidad.
Carmen Lomana y Ágatha Ruiz de la Prada.
P.: ¿La fama crea adicción?
C.L.: En mi caso, no, pero hay muchas que se lo creen y son superficiales.
P.: ¿No te referirás a tu “amiga” Ágatha Ruiz de la Prada?
C.L.: La pobre no está muy bien. Dicen que su novio, Patón, tuvo un idilio conmigo, y es mentira. Solamente le he visto dos veces en mi vida, y siempre con personas alrededor. Sinceramente, no es mi prototipo de hombre.