Carmen Martínez-Bordiú cumple 71 años: repasamos su intensa vida
El 26 de febrero cumple 71 años esta mujer que, con tres matrimonios fallidos y siendo duquesa, se ha puesto el mundo por montera para vivir según su propio dictado
María del Carmen Martínez-Bordiú Franco nació el 26 de febrero de 1951 en El Pardo (Madrid). Fue la mayor de los siete hijos de Cristóbal Martínez-Bordiú, marqués de Villaverde, y Carmen Franco Polo, la única hija de Francisco Franco.
Primera nieta del Generalísimo, desde muy joven se la conoció como "la nietísima". Mimada por el régimen, ella misma reveló años después que la relación con su padre nunca fue buena y que ella y sus hermanos se criaron en la parte trasera del palacio de El Pardo, residencia familiar de sus padres y del entonces jefe del Estado, al que nunca vio como un dictador sino como "el abu".
Empezó a ir al colegio, el Santa María de las Nieves de Somosaguas, a los 9 años y, tras la reválida, dejó los estudios. Se dedicó un tiempo a la alta costura y la cría de caballos pero, desde la adolescencia, mostró un espíritu inconformista, todo lo contrario a lo que se esperaba de ella en un entorno ultracatólico.
Una boda sin amor con Alfonso de Borbón
Su agitada y larga lista amorosa empezó a los 16 años con el jinete Jaime Rivera Rosales y el escándalo familiar fue mayúsculo cuando se fugó a Niza con Fernando de Baviera, primo de Juan Carlos, 15 años mayor que ella y casado. En Suecia, conoció a Alfonso de Borbón y Dampierre, nieto del rey Alfonso XIII y duque de Anjou y pretendiente al trono de Francia, con el que inició un noviazgo que entusiasmó a Franco, deseoso de emparentar con la realeza.
La pareja se casó el 8 de marzo de 1972 en una boda por todo lo alto con Francisco Franco como padrino de boda y mil invitados, entre los que se encontraban Rainiero de Mónaco y Grace Kelly, la Begum, Imelda Marcos y Víctor Manuel y María Gabriela de Saboya. Fue el acontecimiento social del año, aunque Carmen no se casó precisamente enamorada. Era muy joven, 21 años recién cumplidos, y según ella, lo hizo "por el deseo de salir de casa".
El matrimonio se estableció en Estocolmo, donde Alfonso de Borbón era el embajador, hasta que volvieron a Madrid y ocuparon un lujoso piso de la calle San Francisco de Sales, donde se hicieron muy amigos de los vecinos del piso de abajo: Julio Iglesias e Isabel Preysler. Las dos jóvenes se hicieron amiguísimas y han mantenido siempre la relación.
Madre de dos hijos, Francisco de Asís y Luis Alfonso, Carmen se convirtió en una de las reinas de corazones del país. "No he trabajado en mi vida", ha reconocido sin que le tiemble la voz.
Perdió la custodia de sus hijos por irse a París
Tras el fallecimiento del dictador en 1975, la pareja entró en una crisis cantada y en mayo de 1982 rompieron. Ella abandonó a Alfonso para vivir el amor que sentía por Jean-Marie Rossi, un anticuario francés 20 años mayor que ella con el que encontró la estabilidad emocional y algo más que siempre había buscado. Según palabras del propio Alfonso, el francés era "un señor que tenía menos problemas que yo y se mostraba, probablemente, más apto sexualmente para divertirla". La custodia de los niños fue para Alfonso, ya que Carmen los dejó para irse a vivir a París.
No tardó en llegar lo que Carmen siempre definió como "la tragedia que marcó mi vida". El 7 de febrero de 1984 murió su hijo mayor, Francisco de Asís, en un accidente de tráfico. Volvía con su padre y su hermano de esquiar en la estación aragonesa de Astún cuando Alfonso de Borbón se saltó un stop y chocó contra un camión. Fran, como le llamaban familiarmente, tenía 11 años y fue la única víctima mortal. Carmen recordaba que fue incapaz de llorar. "Cuando un dolor es tan fuerte se te secan las lágrimas", confesó.
Ni siquiera su boda, pocos meses después, con Jean-Marie Rossi, en mayo de 1984, le ayudó a superar aquella terrible tragedia y sólo el nacimiento de su hija, María Cynthia Rossi, al año siguiente, le devolvió las ganas de vivir.
Como los disgustos nunca vienen solos, Alfonso de Borbón, que nunca se perdonó el accidente en que murió su hijo, falleció en 1989 decapitado por un cable de acero que nadie supo qué hacía colocado en las pistas de una estación de esquí en Colorado (Estados Unidos).
Su matrimonio con Rossi acabó en 1994, aunque se divorciaron al año siguiente. Por entonces, Carmen volvía a llenar las portadas del corazón con su nuevo amor, el arquitecto italiano Roberto Federici, hasta que una década después se apagó la llama cuando se le cruzó en su vida el muy peculiar José Campos, exatleta y empresario santanderino, que compartió con ella numerosos reportajes en las revistas del corazón. En el 2006, José Campos se convirtió en su tercer esposo tras una mediática boda celebrada en Cazalla de la Sierra (Sevilla).
Amante de un chatarrero y duquesa de Franco
Carmen se prodigó aún más en los medios, no sólo en todas las revistas, sino también en televisión participando en programas como "¡Mira quién baila!" y "Más que baile", por los que cobraba unos 30.000 euros a la semana.
También tuvo tiempo para dedicarse a la literatura y, en el 2010, con 59 años, publicó "Cumple años, gana vida", donde explicaba su forma de vivir. "Nunca es tarde para nada, ni para viajar, ni para ilusionarse ni para enamorarse. Nunca es tarde para vivir. ¿Qué más da una edad u otra?", resumía en su libro, donde se definía como "perfeccionista y curiosa de la vida".
Su tercer matrimonio acabó siete años después, en el 2013, con un amargo y caro divorcio. No tardó en tener nuevo amante: Luismi Rodríguez, al que apodan el Chatarrero porque es propietario del mayor –y más rentable– desguace de Europa. Según Carmen, fue el gran amor de su vida, pero sólo duró con él tres años por sus continuas infidelidades.
Su madre falleció a finales de 2107, dejando vacante el ducado de Franco que el rey Juan Carlos había instituido el 26 de noviembre de 1975, una semana después de la muerte del dictador, "en atención a las excepcionales circunstancias y merecimientos que en ella concurren". Carmen Martínez-Bordiú reclamó el polémico título por ser la primogénita y se le reconoció el derecho a usarlo el 31 de mayo de 2018. Es, desde entonces, la segunda duquesa de Franco, un título que lleva aparejado el de grandeza de España, la máxima dignidad de la nobleza española.
Un joven australiano, su actual pareja
Tras la muerte de su madre, Carmen se retiró de la vida pública y social. Abuela ya de seis niños compró una casa frente al mar en Sintra (Portugal), donde vive de forma discreta su nuevo y apasionado amor con el joven y guapo consejero emocional australiano Timothy McKeague, de la edad de su hija y pobretón en comparación con el resto de sus amoríos, pero al que ella define como "terapeuta de la felicidad".
Fiel a su principio de exprimir la vida y con 71 años, Carmen Martínez- Bordiú sigue poniéndose el mundo por montera.