Carmen Sevilla: el brillo y ocaso de una estrella

En el último capítulo del coleccionable dedicado a la vida de Carmen Sevilla, repasamos cómo, tras haber renunciado a su carrera artística por su amor a Vicente Patuel, con el que vivía feliz en el campo, la tentación llamó de nuevo a su puerta. Vasile, el entonces jefe de Telecinco, le ofreció presentar el Telecupón, le puso una cantidad de dinero casi indecente sobre la mesa y Carmen aceptó.

Su marido, viéndola tan feliz como una niña con zapatos nuevos por su regreso a un plató televisivo, entendió que no podía negárselo, aunque sufrió las ausencias de la artista, que de lunes a viernes se instalaba en Madrid. El destino parecía haberla colocado de nuevo en su sitio –el de una estrella– pero entonces tuvo que encajar un golpe durísimo: Vicente murió de un fulminante ataque al corazón.

Buscó refugio en la fe y en su espíritu solidario

Vicente tenía 68 años y dejaba a su esposa en una soledad que, hasta ese momento, nunca había imaginado: la de la mujer que ha perdido a su compañero de vida. Siempre dijo que la religión fue para ella un gran consuelo en esa época, pero no se refugió sólo en la fe, sino en su espíritu solidario, que hizo que se volcara en la Fundación Ande, de la que era madrina desde 1994.

La tristeza que sentía por la ausencia de Patuel era difícil de superar y, por eso, tras vender por 5 millones de euros la finca que tanto le recordaba a su marido, regresó a los platós de televisión. Allí, ante las cámaras y los focos, la artista, con el cariño del público, se sentía revivir y dejaba de verlo todo negro. Así fue como, en el 2004, tras la marcha de José Manuel Parada, empezó a presentar en TVE el mítico “Cine de barrio”.

Su primer nieto nació en un día muy triste

El mismo día que Carmen se convertía en abuela y justo mientras estaba visitando a su nieto recién nacido, se enteró de la muerte de su madre.

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