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Chábeli Iglesias: 50 años marcada por la fama de sus padres, Julio Iglesias e Isabel Preysler

Chábeli Iglesias ha vivido amoríos, escándalos y tragedias hasta encontrar la estabilidad familiar

Actualmente se dedica a diseñar ropa de hogar y a reformar viviendas.

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Chábeli Iglesias fue la niña más retratada en la década de los 80 por ser la primogénita de Julio Iglesias y de Isabel Preysler. Tras unos años volcada en los medios, ahora vive una vida tranquila en Florida con su marido, Christian Altaba, y sus dos hijos, Alejandro, de 19 años, y la pequeña Sofía, que tiene 9.

Desde que nació, la tremenda fama de sus padres provocó que Chábeli llenara páginas de revistas. A pesar de ello tuvo una infancia feliz, amenizada con la llegada de sus hermanos, Enrique y Julio José.

Arrancó sus estudios en el Colegio Británico St Anne’s, en el norte de Madrid, y pasaba los veranos en Marbella y las Navidades con sus abuelos en Filipinas. Con 6 años tuvo que afrontar el polémico divorcio de sus padres, pues Preysler no soportó las infidelidades del cantante. A los 14, después de que su abuelo fuese secuestrado por ETA, Julio Iglesias decidió llevarse con él a sus hijos a Florida para protegerlos.

Chábeli con su madre y sus hermanas pequeñas, Tamara y Ana.

Chábeli siempre fue una chica enamoradiza y rebelde

Como muchas adolescentes, Chábeli tuvo un punto de rebelde y fue extremadamente enamoradiza. Tuvo varios novios hasya que conoció a Ricardo Bofill Jr., con quien acabó casándose en 1993, pero tres años más tarde se separaron sin haber tenido hijos. Poco después protagonizó un momento televisivo histórico, pues fue la primera invitada del programa 'Tómbola' y acabó abandonando el plató tras liarse a gritos con los colaboradores.

Con su padre, que le dedicó el tema "De niña a mujer".

A punto de morir en un accidente de coche

Chábeli, que se acercaba a la treintena, se serenó y reconoció ser menos impulsiva en el amor. Encontró la estabilidad con James Miller, 13 años mayor, con el que sufrió un accidente de coche que a punto estuvo de costarles la vida. Su relación se rompió meses después y, en el 2001, conocería al gran amor de su vida, Christian Altaba, con quien tuvo un flechazo en un vuelo a Nueva York.

La suya fue una relación más discreta que las anteriores y tras un fugaz noviazgo, se casaron. Ahora viven felices y ella, alejada de los focos, ha optado por dedicarse a una de sus pasiones, el diseño y la decoración.

No te pierdas el reportaje completo en el nuevo número de nuestra revista.